La mañana iba normal para Jisung. Estaba nervioso, pero trataba de sobrellevarlo de la mejor manera posible. Lo habló con Jaemin y Renjun en el horario de entrada ya que Jeno y Yukhei, por suerte, llegaron tarde como cada día y no decidieron llegar antes. En aquel momento estaba perdido en sus pensamientos mientras veía por la ventana con atención, la clase había pasado a segundo plano hacía una hora. Hyunjin entró al salón y habló en susurros con el profesro Byun, por lo cual este llamó al castaño con su mano. Estaba asustado de lo que el mayor pudiera haber hecho, pues portaba una sonrisa de oreja a oreja desde que lo vio.Caminó inseguro hasta él y el mayor lo llevó fuera del salón, con la excusa de que el director lo había citado. Hyunjin lo llevó de la mano hasta las escaleras, donde según él, tendrían un poco más de privacidad. El corazón del menor latía a toda prisa, los nervios se habían apoderado de él por completo y no sabía qué hacer. Cuando el peli-negro se detuvo, lo observó fijamente a los ojos, sin borrar la sonrisa que tenía en su rostro.
— Ay Jisung, yo te advertí que si no te alejabas de Chenle, abriría mi boca. — Rió falsamente colocando sus manos en su cadera.
— ¿L-Lo hiciste? — Cuestionó con voz temblorosa.
— Así es, y la verdad es que Chenle estaba bastante decepcionado, no le agradó mucho la idea de saber que eras tú. — Dijo, encogiéndose de hombros.
Jisung no dijo nada, simplemente agachó su cabeza. Fue cuando Hyunjin le dijo un "Lo siento" y se alejó riendo a carcajadas. El pobre corazón del menor estaba destrozado por completo tras recibir aquella noticia. Volvió a su salón y se sentó en su lugar, la verdad es que si anteriormente le prestaba poca atención a las clases, en aquel momento era mucho peor. Chenle estaba ansioso, había pensado mucho en lo que iba a responder y luego de tantas vueltas en su cama y una noche de insomnio, logró decidir. Contaba los minutos golpeando un lápiz en su pupitre con rapidez, tampoco le daba mucha atención a la clase y estaba más concentrado en ver las agujas del reloj moverse, muy lento para su gusto.
El tiempo por fin pasó y el primer receso llegó, Chenle salió disparado hacia el gimnasio como había quedado con su admirador no tan secreto ya. Jisung, por su parte, estaba teniendo un debate no sólo consigo mismo, sino también con sus amigos sobre qué debía hacer con respecto a Chenle. Todos estaban de acuerdo en que Hyunjin era un mentiroso de primera y sabía cómo manipular a la gente con facilidad, no era una fuente confiable. Sanha sugirió hablar con Jeongin, pero el menor había faltado aquel día. La única esperanza de todos para que Jisung se atreviera a hablar con Chenle, era alguien que no valía mucho la pena en llamar, Christopher Bang.
— Iré por él. — Dijo Jaemin, caminando a paso firme hacia el salón del rubio.
— No servirá de nada, Bang no hablará si eso perjudica a su querido rey de los niños plásticos ricachones. — Dijo Donghyuck, rodando sus ojos.
— Es como Regina George, pero con el cabello negro, coreano y en masculino. — Bufó Mark, cruzándose de brazos y todos lo miraron con sus ojos entrecerrados y sus cejas elevadas. — ¡Yo cambié, no me juzguen!
— Es inutil, no iré. — Dijo Jisung, quien seguía con sus manos entrelazadas y su cabeza gacha.
Jaemin caminaba a toda prisa hacia el salón de Chan, pero por esas casualidades de la vida, pasó por el gimnasio. Al ver, Chenle estaba caminando de un lado a otro, viendo la hora en su teléfono y llamando a su admirador. Aquello lo sorprendió bastante, por lo que corrió camino al salón de Chan. Cuando llegó a este, tomó al mayor de su camisa y lo arrastró hasta fuera del salón. Lo atracó contra una pared, Jaemin no iba a dejar que su pequeño Jisung saliera lastimado de aquella situación, por lo que tomaría el asunto en sus manos sin dudarlo.
— Dime la verdad. ¿Qué fue lo que el idiota de tu noviecito le dijo a Chenle? — Dijo con voz grave, aunque esa sólo salía a la perfección cuando hablaba su muy mal inglés.
— Él ya me dejó claro que no me amará nunca, me trató de tapete a mis espaldas por lo cual me disculpé con Jeongin y ahora iba a disculparme con Jisung. — Aclaró el rubio, la verdad Jaemin asustaba un poco.
— Okay. — Dijo el menor y quitó sus manos de la camisa del contrario. — Pero, ¿qué fue lo que sucedió? Esto es de confesión o muerte Chan, habla.
— Hyunjin abrió su boca como era de esperarse, pero Chenle no respondió, por lo cual no supimos su reacción así que Jisung aún tiene tiempo. — Dijo el rubio.
Jaemin le dió un abrazo y comenzó a correr a la cafetería nuevamente. Aún quedaban minutos para que el receso acabara, había tiempo. Se adentró en la cafetería y corrió hacia Jisung como si su vida dependiera de ello. La explicación ocupó parte del valioso tiempo que les quedaba, sin embargo sirvió para que Jisung entrara en razón, ya que Chenle lo estaba esperando. El castaño tomó un girasol de su mochila y emprendió camino hacia el gimnasio. La cancha de basketball estaba vacía, por lo cual Chenle comenzó a encestar para matar el tiempo, ya estaba pensando en que quizá Jisung se arrepintió de su desición y no iría. Volvió a mirar su teléfono, quizá sería mejor marcharse antes de que la música sonara y lo regañaran por estar fuera.
Jisung corrió hasta el gimnasio y buscó la cancha de basketball. Entró en ella y Chenle estaba ahí, tirado en el suelo de madera con su vista fija en el techo. Se veía bastante deprimido por lo que se sintió culpable. Caminó por detrás de las estanterías de pelotas hasta llegar a un hueco que había entre una y la otra. Tomó aire, su valor se veía en juego, pero no pensaba rendirse en aquel momento, era hora de dar a conocer sus sentimientos. Salió de su escondite, dando pasos sonoros que hicieron que el peli-blanco se levantara del suelo rapidamente y lo viera a los ojos. Sus miradas se conectaron, era hora.
— Soy un girasol, un poco divertido, si fuera una rosa quizá me querrías. Si pudiera, cambiaría de la noche a la mañana, me convertiría en algo que te gustaría. Pero soy un girasol, algo divertido, si fuera una rosa tal vez me escogerías. Pero sé que no tienes idea que éste girasol está esperando por ti... Esperando por ti. — Dijo, no pudo cantar su canción completa pero al menos recitó parte de ella.
— Creí que no vendrías. — Dijo el peli-blanco, sonriendo de oreja a oreja.
— Debía darte mi confesión y por poco me acobardo, pero mis amigos me ayudaron. — Rió.
— Entonces... ¿Te gusto enserio, admirador no admirador? — Dijo, ladeando su cabeza.
— No, niño raro. — Agachó su cabeza para tomar aire y volvió a elevar la vista. — Estoy enamorado de ti.
— Y yo de ti — Finalizó el mayor y se lanzó a los brazos de Jisung, para luego cerra el momento con un tierno beso.
Chenle aprendió que su corazón conocía la respuesta, sólo debía pensar con claridad antes de tomar una desición o de llamar "amor" a una simple atracción. Jisung aprendió que, a pesar de considerarse un girasol porque estos no tienen la misma belleza que una rosa, aquella flor tiene su belleza propia y no necesita ser igual a otras, porque es única, así como él lo era para Chenle. El amor no se toma a la ligera, lleva tiempo y paciencia darte cuenta de que verdaderamente estás enamorado, pero vale la pena vivir esa aventura.
Fin.
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𝐒𝐔𝐍𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑
Fanfiction❝ Chensung ; Girasol ❞ Jisung lo sabe, lo sabe mejor que nadie. Sabe que al amor no puedes escogerlo, llega solo y a veces duele. Pero conocerlo no fue su error, su error fue enamorarse de alguien inalcanzable para él. Mientras el mayor buscaba una...