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Pasamos la tarde de regreso en el estudio de grabación con Tyler y Gaston. Cuando Ruggero no tocaba, me atraía a su regazo. Cuando se concentraba en la guitarra, escuchaba con admiración su talento. No cantó, así que me quedé en la oscuridad sobre la letra. Pero la música era hermosa en bruto, rock 'n' roll de algún modo. Gaston pareció complacido con el nuevo material, sacudiendo la cabeza al ritmo de la música durante todo el rato. Tyler sonrió de alegría detrás de la espléndida dirección de botones y diales.

—Toca ese lick otra vez, Rugge. —Mi esposo asintió y movió los dedos sobre la guitarra, haciendo magia.

Pam había estado ocupada mientras nosotros estuvimos arriba, comenzando a desempacar la colección de cajas. Cuando dijo que tenía intención de regresar al trabajo, fui con ella. Invitada o no, no era justo que tuviera que lidiar con las tareas ella sola. Además, complació a mi necesidad interna de organización. Me colé en la planta baja de vez en cuando a medida que pasaban las horas, robando besos, antes de regresar para ayudar a Pam de nuevo. Ruggero  y compañía quedaron inmersos en la música. Se acercaron buscando comida o bebida, pero regresaban de inmediato al estudio.

—Esto es lo que se siente cuando están grabando. Pierden la noción del tiempo, quedan atrapados en la música. ¡No creerías el número de cenas que Tyler se ha perdido porque simplemente lo olvidó! —dijo Pam, con las manos ocupadas desempacando la última caja —Es su trabajo, pero también es su primer amor —continuó, desempolvando un cuenco de estilo asiático— ¿Sabes que una antigua novia siempre está dando vueltas por aquí, llamándole borracha a todas horas y pidiéndole poder venir?

Me eché a reír.

—¿Cómo lidias con no ser la número uno?

—Tienes que encontrar un equilibrio. La música es una parte de ellos que tienes que aceptar, cariño. Luchar contra ello no va a funcionar. ¿Alguna vez has sido realmente una apasionada de algo?

—No —contesté con toda sinceridad, echando un vistazo a otro instrumento de cuerda del que nunca vi algo parecido. Tenía talla intrincada rodeando la boca de la guitarra—Disfruto de la universidad. Me encanta ser una barista, es un gran trabajo. Me gusta mucho la gente. Pero no puedo servir café durante el resto de mi vida. —Me detuve e hice una mueca— Dios, esas son palabras de mi padre. Olvida que dije eso.

—Puedes totalmente servir café para el resto de su vida, si así lo deseas —dijo— Pero a veces toma tiempo encontrar lo tuyo. No hay prisa. Yo era fotógrafa nacida y criada.

—Eso es genial.

Pam sonrió, su mirada volviéndose lejana.

—Así es como Tyler y yo nos conocimos. Me fui de gira durante un par de días con la banda en la que él tocaba en ese momento. Terminé dando vueltas por Europa con ellos. Nos casamos en Venecia al final de la gira y hemos estado juntos desde entonces.

—Es una historia maravillosa.

—Sí —suspiró Pam— Fue un momento maravilloso.

—¿Estudiaste fotografía?

—No, mi padre me enseñó. Trabajó para National Geographic. Puso una cámara en mi mano a los seis años y me negué a devolvérsela. Al día siguiente me trajo una vieja de segunda mano. La llevaba donde quiera que fuera. Todo lo que veía era a través de su lente. Bueno, ya sabes lo que quiero decir... el mundo tenía sentido cuando lo miraba de esa manera. Mejor que eso, lo hizo todo bello, especial. —Sacó un par de libros de una caja, añadiéndolos a los estantes empotrados en una pared. Ya habíamos conseguido llenar la mitad de ellos con varios libros y recuerdos.

—Sabes, Ruggero ha salido con muchas mujeres en los últimos años. Pero es diferente contigo. No sé... la forma en que te mira, creo que es adorable. Es la primera vez que ha traído a alguien aquí en seis años.

Las Vegas [Ruggarol] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora