solo una tonta chica enamorada.

Una tonta chica enamorada

Quizá nunca leas esto, tal vez es lo mejor, aveces creo que no hay palabras para describir el dolor que se siente, yo solo buscaba algo bonito contigo, yo solo buscaba hacerte feliz, te metiste tanto en mi, que ahora va a ser difícil olvidarte.

Me enamoré de él, de la forma en que tu ya no eres dueña de tu vida, de esos amores que crees que están extintos, él se convierte en tu felicidad y tu motor de existir, en el que maneja tu estado de ánimo, en el que solo una palabra de él basta para hacerte feliz o miserable. Me enamoré de verdad, dí todo, para que él fuera feliz.

A él le rompieron en corazón, yo solo quise pegarlo, siempre busqué hacerle sonreír alegrarlo con detalles y cosas cursis, sin saber que me enamoraría , fuimos amigos, las conversaciones de madrugadas, los momentos con él, los viajes y paseos, los juegos, las tardes con él, las noches en donde pasábamos horas hablando y el tiempo pasaba volando, las risas, sus palabras, sus gestos, todo de él me enamoró.

hasta que cierto día no aguanté, me armé de valentía, me tragué mis miedos y le confesé mi amor, su respuesta fue ”puede que en el futuro pase algo”. Siempre supo tranquilizarme con sus palabras, sabía que decir en cada momento y terminaba convenciéndome.

Pasó el tiempo, su indiferencia me dolía, las cosas cambiaron, sufrí, llore tanto por las noches, me acostaba llorando y amanecía llorando, dejé de comer, no podía aguantar las lágrimas, pasaba los días llorando o durmiendo. Una amiga me escuchó, con lágrimas en los ojos le conté todo, lloramos juntas. Muy indignada por todo lo que me había hecho; eso de darme alas y luego cortarmelas dejándome caer al fondo de la soledad, la duda y la tristeza; con gritos le riñó.

Unas semanas después de mi cumpleaños, una noche de julio me buscó, tan ilusa  y tonta aún me ilusionaba pensando que tal vez él venía a verme por mi cumpleaños, tal vez algún regalo o algo bueno, pero no. Solo me buscó para aclarar las cosas, finalmente se disculpó y sus palabras quedaron clavadas en mi mente: “no busco una relación por ahora” junto a muchas escusas tontas que terminé aceptando y fingí estar bien, sonreía mientras sus palabras apuñalaban mi corazón, repitiendome a mi misma que no debía llorar, terminé aceptando que él tenía razón en sus escusas. Lloré como nunca esa noche.

Habían noches que lo recordaba, de día fingía que estaba todo bien, de noche moría, recuerdo una noche, le escribí con lágrimas en los ojos que no aguantaba más, que odiaba sentir amor por él y que quería olvidarlo pero como siempre sus palabras me terminaron tranquilizando, volé otra vez con su maldita frase que me decía: “hay algo de ti que me atrae, que hace que quiera verte” sembrando otra vez una ilusión.

Pasó los días, llegó Agosto y decidí irme, alejarme de él, decidí estudiar en otra cuidad, sus palabras quedaron muy claras en mi mente. A finales de Agosto me iría.

Llegó finales de agosto, aprobé el examen de ingreso, recuerdo que le dí la noticia un día domingo en la playa, un día antes de irme, al decirle que me iría su rostro se volvió duro, con una expresión seria.

Llegó setiembre yo ya vivía en otra ciudad.

Un día martes llegó a buscarme, al encontrarnos me abrazó fuertemente, ese día me preguntó que si me había gustado alguien más, lo negué , yo aún seguía enamorada de él, esa noche nos llenamos de abrazos, me volví a sentir bien con él y prometió volver.

Una noche de viernes, un 19, dijo que vendría, pasaron las horas y no llegaba, mi mente me decía que no vendría, lloré , recibí una llamada y el sí llegó, me dijo que me asomara por el balcón de mi habitación y allí estaba mirándome desde abajo, al verme al espejo tenía los ojos hinchados, trate de disimularlo con maquillaje. Ese día se dio cuenta cuenta que había llorado, me cogió las mejillas con las dos manos me besó y me hizo prometer que no volvería a llorar por él porque él no quería verme llorar, promesa que he roto desde un principio.