¡Oh Katsudeku!

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—¡Vamos, Katsuki!—animó Kirishima—Tu puedes, ve con él y se directo.

Katsuki asintió a las palabras de apoyo de Ejiro e inhaló profundo para después soltar el aire calmando sus nervios. Era ahora o nunca.

—¡Nerd de mierda!—con esa frase supo que ya lo había arruinado, aún así Izuku volteó al llamado—Tu, yo, casados, con tres hijos viviendo en una casa en el bosque y con un gato. ¡Y no es una pregunta!—Izuku lo miró temiendo por su trasero.

—Hermano, eso fue demasiado directo—murmuró Kirishima soltando un suspiro cansado. La práctica había sido un desperdicio.

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Sonaba mejor en mi cabeza

Quiero un gato>:[