Izuku y Katsuki se conocían desde niños, conforme fueron pasando los años tuvieron la suerte de estar en la misma escuela y salón. Hasta en preparatoria.
Izuku era muy tímido para hacer nuevos amigos por lo que Katsuki estaba con él todo el tiempo. A diferencia de su niñez, Bakugou había adoptado una personalidad más agresiva y era muy bueno en casi todo pero sin embargo, con Midoriya era muy diferente con el resto de alumnos se podría decir que más posesivo.
En clases Izuku había hecho pareja con el rubio y sorprendió a este observándole fijamente sin pudor o disimulo alguno, fingió no notar que prácticamente lo comía con la mirada y siguieron resolviendo el ejercicio.
La clase acabó y la campana tocó para el receso, Izuku notó un pequeño papel en su asiento, lo abrió y al momento supo a quién le pertenecía; «Búscame en los baños» tenía escrito en el papel. Izuku no lo pensó ni dos veces y salió a buscarlo.
¿Para qué lo citaría ahí?.
Recorrió los pasillos y entró a los baños que para su sorpresa o desgracia estaban completamente vacíos. Se adentró más buscando a Katsuki por el lugar.
—¿Kacchan?—llamó al rubio esperando a que estuviese ahí, en el penúltimo cubículo una mano salió de este y lo jaló dentro acorralandolo en la puerta y cerrandola con el seguro.
—Alfin llegas—murmuró con la voz ronca.
—Eh, ¿Para qué querías que viniera?—Bakugou ignoró completamente su pregunta y lo tomó de la cintura acercandolo más a su cuerpo. Izuku se sobresaltó al sentir la entre pierna de Katsuki rozar contra la suya acariciando sus intimidades entre sí.
La cara del peliverde se tiñó de rojo al voltear a ver a Katsuki y notar como sus ojos rojos brillaban hambrientos observándolo como león a su presa y la mano del rubio se dirigió a su rostro acariciando su mejilla suavemente, tocando sus pecas, pasando a delinear con su pulgar lentamente sus labios sintiendo su textura suave. De repente Bakugo se detuvo y acercó su rostro al de Izuku quedando a escasos centímetros, sintiendo sus respiraciones chocar.
—Ahora vas a ser mío—sonrió socarronamente.
—¿Qu- —Bakugou no lo dejó terminar y lo besó chocando bruscamente sus bocas.
La mano que reposaba en su mejilla pasó a la nuca del peliverde para profundizar más el beso y metió su lengua jugando con la contraria y recorriendo su virginal cavidad bucal sacándole un pequeño jadeo a Izuku. Su otra mano libre levantó la parte superior del uniforme y se coló bajo esta tocando su estómago suavemente subiendo a su pecho y volviendo a bajar por su espalda acariciandola y delineando la casi imperceptible línea de su columna que le causó un placentero escalofrío.
Bakugou se separó de la boca de Izuku dejando un fino hilo de saliva conectándolos a ambos y que se rompió al instante, miró el tierno rostro del pecoso avergonzado que jadeaba constantemente y con los labios más rojos e hinchados. Las pupilas de Izuku estaban dilatadas, era seguro que se había excitado después de prácticamente devorar su boca de esa forma, sin algún remordimiento se dirigió a su cuello empezando a lamer desde detrás de la oreja de Izuku dejando pequeños besos que hicieron suspirar pesadamente al peliverde cerrando su boca para no dejar salir ningún gemido vergonzoso, molesto por su acción, Katsuki bajó hasta su clavícula y le dedicó una pequeña mordida dejando una marca rojiza, así mismo hizo eso alrededor de este.
—Ah kacchan—gimió agudo cerrando los ojos, Bakugou dejó en paz su maltratado cuello y volvió a besarlo mordiendo su labio y estirándolo sacando otro gemido de Izuku.
La mano que todavía toqueteaba el cuerpo del pecoso se aventuró a su pantalón pasando sus dedos delicadamente por la piel expuesta en donde iniciaba la prenda y bajó a acariciar por sobre la tela, Izuku se estremeció ante la sensación y se aferró al uniforme de Bakugou.
La mano del rubio de inmediato se adentró a su pantalón y tomó el miembro ya duro del menor masturbándolo.
—E-espera—tartamudeó, sus dedos se enterraron más en su uniforme y sus piernas empezaron a temblar.
—No—le dijo aumentando la velocidad.
Izuku sentía que iba a desmayarse. Su cuerpo no aguantaria mucho ante el toque de Bakugou.
—¡Te lo juro hermano!—gritó una voz entrando al baño sobresaltando a ambos chicos.
—Eijiro, por última vez las mariposas no son como esas mariposas que poseen a las personas como en tú serie para niños—dijo Kaminari frunciendo el ceño.
—Yo se que esa mariposa me quería poseer. Era de color negro, obviamente venía por mi—bromeó sonriendo, un pequeño estruendo se escuchó en los cubículos junto a una maldición, ambos reconocieron esa voz—Katsubro ¿Eres tú?.
—¿Te caíste en el inodoro?—comentó Kaminari riéndose.
—Callate imbécil—gruñó—Larguense ahora.
—¿Porqué?, ¿Tienes diarrea?—volvió a hablar Kaminari, Eijiro le hizo una seña para que el rubio de un rayo dejara de hablar si es que apreciaba su vida.
—Sigue hablando y te patearé tu jodida cara hasta el cansancio.
—Esta bien solo porque no quiero que arruines mi bello rostro—dijo indignado y tomó a Kirishima del brazo saliendo del baño y dejándolos otra vez solos.
Volteó a ver a Izuku que estaba petrificado, seguro por el susto que le habían dado ese par de idiotas Katsuki quiso continuar y tomó su barbilla obligándolo a voltear hacia el y le mostró una sonrisa burlona, volvió acercar su rostro un par de centímetros pero el timbre de entrada sonó.
Bakugou gruñó frustrado.
—Esta vez te salvaste pequeño nerd—susurró contra su oído causando un estremecimiento en Izuku—Para la próxima no tendrás tanta suerte—mordió el lóbulo de su oreja y dicho eso salió del cubículo arreglando su ropa.
Cuando la puerta del baño se cerró Izuku dejó escapar un largo suspiro pesado, sin querer había contenido la respiración.
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Me dejé llevar por esto 😳
Referencia xd:
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