19 | Look what you make me do

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El lunes llegó finalmente y el diablo se presentó sin vestir sus colores clásicos. Candice se veía salvajemente intimidante de negro, como si fuera la amante sexi de un millonario que acababa de morir. El labial rojo que solía caracterizarla era de un tono magenta oscuro y traía una sonrisa peligrosamente confiada. Billy notó como todos la miraban disimuladamente.

- Tengo el auto frente a la entrada. -le insinuó coquetamente un chico mientras pasaba por su lado. -Podriamos repetir lo de la fotografía.

Candice se detuvo de repente, lo miró de arriba a abajo y simplemente sonrió, para luego seguir su camino, dejando a un imbecil babeando detrás.

"Está disfrutando toda esta atención." Pensó Billy. "La muy zorra lo disfruta."

- Tenemos que hablar. -dijo fríamente ella cuando pasó por su lado, golpeando un papel sobre su pecho con rudeza. Él lo tomó confundido y lo miró. -Pero no ahora... tengo cosas pendientes. -finalizó sin haberlo mirado un solo segundo a los ojos.

¿Qué planeaba esa bruja?

Candice se sentó sola, pero al frente de la clase. Un grupo de chicas quiso integrarla, pero ella rechazó la oferta diciendo que se sentía más libre sin formar parte de un equipo. Cuando la hora finalizó llamó a Ashley mientras salía del salón con Tammy como su sombra.

- ¡Hola, Ashley! ¡Hola, sombra de Ashley! -saludó con una exagerada felicidad y confianza en si misma.

- ¿Qué quieres, Candice? -preguntó Tammy. -¿Vas a rogarnos que volvamos a ser amigas porque nadie quiere estar cerca tuyo?

La pelirroja les mostró una sonrisa de propaganda.

- Al contrario, quería agradecer a Ashley. -Ashley la miró con superficialidad. -¡Diablos, soy más popular que nunca!

- Sí, por ser una zorra. -comentó Ashley.

- Prefiero la palabra "diosa", pero bueno, lo tomo como un cumplido. -respondió Candice. Tammy rió. -Pero en serio, es increíble, no hay una sola persona en esta escuela que no sepa mi nombre.

La pelirroja las miró con malicia.

- Pero si yo fuera ustedes estaría pensando en algo nuevo para decir de mí, porque sin mi nombre en sus bocas no son nadie. -sonrió. -¿En serio creen que las obreras funcionan sin una reina? Chicas, ¿quieren saber por qué nadie habla de ustedes? Porque aunque se vean atractivas les falta algo... carisma. -Candice rió falsamente. -No hay nada en ustedes que llame la atención. Son personas planas, sin personalidad. -cuando Tammy estaba a punto de argumentar Candice continuó. -Y yo sería exactamente igual, pero gracias a personas como ustedes ya no sé cuántos pecados represento.

- ¿Crees que algo de lo que dices nos afecta en algo? -preguntó Ashley.

- No sé y no me importa. -respondió al instante. -Pero sé que en serio quería vengarme. Claro, hasta que me di cuenta de que no lo necesitaba. ¿Saben por qué? Porque seguirán siendo invisibles y se cansarán tanto de escuchar a la gente hablando de mí que preferirán transferirse de escuela antes de volver a escuchar el nombre "Candice Vanderwall".

Candice las dejó sin decir o escuchar otra palabra y caminó decidida a los vestidores, lugar donde habían tenido un encuentro cercano en el pasado  y donde había citado a Billy en la parte trasera de su carta.

- Tu letra es cursi. -se burló él, que evidentemente había llegado antes que ella.

FIRE - Billy HargroveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora