- Dijiste que te sentías solo. -dijo ella, cerrando la puerta. Billy la miró algo extrañado.
- Mira, linda. No tengo idea de cómo fue que eso llegó a tu casa. -confesó. -Ni siquiera estaba en un buen estado cuando lo escribí.
Ella se acercó a él, pero manteniendo una distancia prudencial.
- No me importa, Billy. Sé lo que quieres de mí. -el chico sonrió ante la dirección a la que la conversación iba. -Pero no te ilusiones porque jamás lo tendrás.
- Creo que en serio deberías reconciderarlo. -respondió el rubio, acercándose a ella y obligándola a retroceder hasta chocar con la puerta. Diablos, ya habían estado en una situación muy similar antes. -Piensalo, si me dejarás hacer lo que quiero contigo podrías liberarte de mí para siempre. -le habló sobre su oído mientras colocaba sus manos en la cintura de la chica. Él sintió como su cuerpo se tensaba y sonrió al ver lo que producía en ella. -... ¿Quién sabe? Incluso podría gustarte.
- Billy, no quiero juegos. -susurró Candice con su voz suave y débil. Odiaba que él la hiciera sentir así de indefensa. -Quiero hablar de algo importante. -le rogó colocando sus manos en los brazos del chico, intentando apartarlo pero sin mucho esfuerzo.
- Entonces dime lo que quieras. -dijo Billy sin moverse. -Pero quiero que me veas a los ojos cuando lo hagas.
Ella suspiró, provocándole que sintiera su aliento sobre su pecho. Finalmente la chica levantó la mirada y se encontró con esos ojos azules que en secreto adoraba. Candice sabía que había algo detrás de ellos, que ocultaban cosas y que decían otras que Billy jamás pronunciaría con su boca.
- Voy a largarme de Hawking. -soltó sin advertencia alguna. El chico la soltó al instante y no pudo ocultar la sorpresa en su rostro.
- ¿Qué? -fue lo único que pudo modular.
- Estoy cansada de este lugar, de la gente, de absolutamente todo. -confesó. -Todo este lugar está consumiendome y ya ni siquiera puedo ser yo misma. No estoy feliz con todo lo que ha pasado y simplemente estoy cansada de actuar como si no me afectara para que dejen de intentar atacarme.
- ¿Así que vas a dejarme sabiendo lo mucho que odio este pueblo,? ¿Y simplemente vienes a escupirmelo en la cara como si nada?
- Solo escúchame, ¿quieres? -lo tranquilizó. - Tengo todo planeado. El din de semana fui a la casa de mi padre y tomé las llaves de una casa que tiene para vacacionar en Florida. Tengo algo de dinero ahorrado y creo que esto en serio puede funcionar.
- ¿Y quieres que te acompañe? -preguntó él con la más pura confusión. Candice lo miró, sonrió y asintió. -¿Por qué?
- Porque no quiero estar sola. -respondió como si fuera algo evidente. -Creo que tu sabes lo horrible que se siente. Así que, por más que no me agrade, prefiero un dolor de cabeza que pasar por eso de nuevo.
Billy sonrió y rió de felicidad al asimilar la oportunidad que tenía ante sus ojos. Sin pensarlo, la tomó entre sus brazos y la levantó del suelo. Ella sonrió ante su reacción y él cuando la miró simplemente no pudo contenerse y la besó.
Fue un momento extraño para Billy. El beso duró el tiempo justo y necesario, pero por primera vez experimentó lo que se sentía besar a alguien sin un deseo carnal de fondo. ¿Raro, no? Porque por más de que quisiera, en ese momento no pensó en la atracción que sentía por ella, sino en toda la emoción y adrenalina que Candice le proporcionaba y lo mucho que la quería cerca de él por eso.
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FIRE - Billy Hargrove
Fanfic"Ella era la abeja reina de la preparatoria de Hawkins hasta que Billy Hargrove llegó." "¿Ellos dos? ¿Juntos? ¡Ja! Sería como ver a un águila con un león. Ambos son depredadores, pero no se asemejan en lo absoluto." No van a parar hasta que alguno...