CAPITULO 3

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Las noches de verano eran las que más me gustaban en todo el año. Como nuestro restaurante favorito no estaba lejos de mi casa fuimos andando mientras charlábamos con Karen. En menos de 5 minutos ya estábamos allí.

-Hola bellas!- Nos saludo el propietario del restaurante - ¿Cómo están mis clientes favoritas?

Pietro era el propietario, debía tener unos cuarenta i pocos años. Era italiano. Se había mudado a nuestra ciudad porque una vez vino de viaje y se enamoro de esta. Desde ese día ya no se marchó. Aquí conoció a Maria y formo su familia. Poco después abrió el local y Karen y yo estábamos agradecidas ya que era nuestro lugar favorito para comer en toda la ciudad. Teníamos como tradición los sábados ir a cenar allí. Este local era nuestro refugio después de las semanas largas trabajando. Aquí habíamos reído y llorado.

-Hola Pietro! ¿Como estás? - soltó Karen.

- Bien pero no tanto como vosotras! ¿Dónde vais tan guapas hoy?

- Hemos quedado para cenar con unos amigos.

- Entonces darme 2 minutos y os preparo la mesa. ¿Cuántos vais a ser?

- Cuatro.

- Enseguida lo tenéis. Os preparo vuestra mesa preferida.

- Gracias Pietro eres un sol.

Tal y como nos había dicho en un santiamén ya estábamos instaladas en nuestra mesa. Pedimos un vino rosado mientras nos esperábamos. Estaba un poco nerviosa, tenia ganas de ver a J. Cada vez que lo veía se me paraba el mundo, en mi estomago aún revoloteaban esas mariposas.

Pocos minutos más tarde, entraron por la puerta Marcos y detrás J.

Me quede patidifusa cuando lo vi. Esta noche estaba guapisimo. se había puesto una camisa blanca que se adaptaba a su cuerpo perfectamente, y unos pantalones negros. con su barba de pocos días habitual que tanto me gustaba. sus ojos se encontraron con los mios. nos quedamos unos segundos sosteniendo la mirada, y enseguida en su labio se formo una pequeña sonrisa, esa que me mataba.

sS acerco a mi, me cogió de la mano y me dio un beso suave en la mejilla, solo con sentir su contacto m pelo se erizo. ¿Cómo tenia ese poder de desmoronarme en un instante?

- Hola Lía.

-Hola- casi no podía ni responder.

-Estás muy guapa.

- Lo mismo digo.

-Que estoy guapa?-me contesto riéndose de mi.

- ¡Mira que eres tonto!

- Sabes que solo lo justo y necesario. - dicho esto me guiño un ojo y se fue a darle dos besos a Karen.

- Vaya dos preciosidades tenemos hoy aquí- me dijo a modo de saludo Marcos.- ¿Como estas Lía?
- Muy bien gracias.¿ y tú? Creo que luego tenemos una conversaion pendiente - le dije con una sonrisa. Marcos se puso rojo como un tomate.

-Luego hablamos - me respondió.

Marcos y yo eramos buenos amigos. Nos conocimos a través de J. Era su mejor amigo. Con él tenia confianza, pero casi todas las veces que acabábamos hablando los temas de conversación giraban entorno a J y Karen.

Me fije como se saludaban Karen y Marcos y no pude evitar escapar una sonrisa cuando vi que los dos se sonrojavan. Vaya momento para los dos. Pero yo sabia que en el fondo los dos se morían por estar juntos.

Nos sentamos en la mesa y los cuatro empezamos a mirar la carta para elegir nuestra cena. Elegí un plato de pasta con la salsa que tanto me encantaba que hacia Pietro.

La cena al principio fue un poco incomoda para Karen y Marcos pero poco a poco se volvió mas amena, supongo que algunos vasos de vino ayudó.

J estuvo toda la cena pendiente de mi, y yo estaba en una nube. Como estaba sentado a mi lado nuestras manos se encontraban por debajo de la mesa. El resto de la cena transcurrió entre risas y confidencias. 

Terminamos de cenar y acordamos ir a un bar cercano a tomar una copa. Decidimos ir andando porque el local no estaba muy lejos del restaurante.

Karen y Marcos iban paseando un pocopor delante de nosotros. Entre ellos se veía la complicidad que había entre los dos. Se veía que se estaban divirtiendo uno con el otro. J iba caminando a mi lado con las manos en el bolsillo, con su típico aire un poco chulesco, pero yo había que debajo de ese caparazón que mostraba a la resto del mundo tenia un gran corazón, un corazón que me había robado el mio completamente. Cuando nos mirábamos la pasión afloraba. Juntos se nos paraba el tiempo. Aunque a veces me hacia dudar lo que realmente sentía por mi. A veces me daba el mundo a mis pies, pero eso cambiaba con simples comentarios y gestos, pasaba de estar en una a nube a estar a 3 metros bajo tierra. Eso me tenia un poco confundida.


- Lía hoy estas realmente guapa. Cuando te he visto me has dejado impresionado.

- Vaya cumplido. eso que dejarte impresionado a un tío como tu cuesta.

- Sabes que si peque, pero no se como lo haces a a veces me desmontas mi mundo.- J siempre me llamaba peque como apelativo cariñoso, eso me encantaba. Intente reflexionar sobre la frase que me acababa de decir. ¿Qué querría decir con eso?

- No te entiendo. ¿Qué quieres decir con eso?

- Nada Lía. Sabes que soy una persona complicada.


Me quede pensativa. No entendía nada una mala vibración se cruzó por mi cuerpo.
 
- No me hagas caso hoy no es mi día - Me cogió de la mano y me hizo parar. Durante unos instantes nos quedamos mirandonos a los ojos. Poco poco se acerco a mi boca y me besó. Un beso apasionado en medio de la calle. La gente que pasaba por nuestro lado se nos debía quedar mirando, aunque no nos dábamos cuenta ya que estábamos encerrados en nuestra burbuja. Había deseado este momento des del principio de la noche. En ese instante me olvide de la pequeña charla de haca unos instantes. Mis manos automáticamente agarraron su pelo, él me tenia cogida por la cintura. Esa sensación me gusto. Me tenia cogida demostrando al mundo que era suya, con posesión. Cuando nuestras bocas se encontraron saltaron chispas en el aire como cada vez que conectábamos. Debían pasar algunos minutos cuando J me dijo:

- Si seguimos así ya no podré parar Lía. Ahora mismo te llevaría al fin del mundo y te haría mía. Pero creo que ahora no es el momento.

- No me digas eso J. Sabes que cuando me dices eso mi mundo se desmorona.

- Pequeña lo bueno se hace esperar. Promete que hoy te vendrás conmigo. Necesito estar contigo.

-Sabes que eso está hecho respondí.

Me volvió a besar y cuando nos separamos,me volvió a coger de la mano. Caminábamos por la calle cogidos de la mano los dos sin decir nada mas, alguna vez nuestra mirada se encontraba, y una sonrisa se nos escapaba.



El local que habíamos elegido se llamaba Luxury. Era un local elegante, el local de moda donde todo el mundo de la ciudad iba.  Por los altavoces sonaba la música de moda. estaba lleno de gente. Fuimos hacia la barra a buscar una copa los cuatro.


Karen se acerco a mi y me dijo al oído.


- Si a mi me besan como lo habéis echo creo que me caigo de culo y todo.- Note como mis mejillas se encendían.

-Karen, si tu quieres yo se de alguien que estaría muy dispuesto a hacerlo.- Ahora la que se senrojo fue ella.- Hoy es tu día, así que chica a por él.


Me pegó un codazo y yo me eché a reír. Por los altavoces empezó a sonar una canción que nos gustaba mucho a Karen y a mi. Nos fuimos hasta J y Marcos y les dijimos que mientras cogían las copas los esperábamos en la pista de baile. 

Empezamos a bailar. Nos encantaba i no se nos daba mal. Antes de que terminara la canción nuestros chicos ya estaban allí y se nos unieron a la fiesta. Bailamos una canción tras otra, mientras bebíamos, charlábamos y reíamos. Estaba siendo una noche estupenda.

No se como acabó la cosa pero de repente gire ligeramente la cabeza y vi a Marcos y a Karen besándose. Casi me pongo a aplaudir en medio de la euforia. Vale lo tenía que reconocer, empezaba a ir un poco borracha. Miré a J y los dos nos pusimos a reír.


Entonces empezó a sonar la canción de Enrique Iglesias. Una noche loca. Esa canción sonó la primera vez que estuve con J. Automáticamente, como si fueramos imanes nuestros cuerpos se juntaron. Esa canción era especial para nosotros,en ese momento conectamos. Empecé a bailar provocándole. Sabía muy bien lo que quería. Quería que J fuera mio una noche mas. Ee iba pegando a su cuerpo y él al mio. Sus manos recorrían mi cuerpo y las mías el suyo. Me sentía de maravilla. Nuestras bocas se juntaron ligeramente. Primero en un beso tierno hasta que estos se volvieron apasionados y necesitados para los dos. En ese momento solo me importaba él. Se acercó a mi oído y me dijo:


- Lía ya no puedo mas. Vayámonos. Necesito tocarte, sentirte, necesito nuestro momento.


Yo quería lo mismo, es más en ese momento lo necesitaba. Lo cogí de la mano y lo arrastré hacia fuera. Cogimos un taxi y nos dirigimos a mi casa. Cogí el móvil y le mande un mensaje a Karen que nos íbamos con J y que se lo pasara bien y disfrutasen, que la llamaría mañana.


En el trayecto en el taxi no nos paramos de besar. Hasta que llegamos a mi casa.

Solo necesito una noche contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora