CAPÍTULO 9

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Aparqué y me bajé del coche. J ya estaba en la puerta esperándome. Iba vestido con unos tejanos y una camiseta negra de manga corta. Llevaba puestas sus gafas de sol, tapando sus precioso ojos. Su rostro se iluminó cuando me vio, me sonrió. Me acerqué a él, me tire en sus brazos y le bese. Como lo había echado de menos. 

 - Si llego a saber que me recibes así vengo a buscarte antes.  
 - Hola - le dije con una sonrisa.  
- Hola - me contestó.   
Lo cogí de la mano y subimos hacia el ático   

-¿Como te ha ido el día?-me preguntó   

-La verdad más bien de lo que esperaba.  

-¿ Y eso?   

Le conté todo lo sucedido con mis padres.   

-Que bien peque! Me alegro mucho por ti. Por fin tienes la oportunidad de demostar a todo el mundo lo que vales.   

-Solo espero no decepcionarlos.   

- No lo vas a hacer ya verás. Esto se tiene que ir a celebrar. Vamos?   

-Donde quieres ir?   

-Elijo yo, ya lo verás.   

-Déjame ducharme y nos vamos.   

-Está bien pero no tardes.    

-Hecho.   

Me duché a toda prisa. Elegí un vestido blanco por encima de las rodillas y me calcé unas sandalias con un poco de tacón, me maquillé ligeramente y dejé el pelo suelto resaltando mis rizos. Creo que hice un récord porque en menos de media hora ya estaba lista.   

Encontré a J sentado en el sofá mirando la tele.   

-Lista, ya nos podemos ir.- Se giró y al verme sonrió.   

-Aunque pensándolo bien, no se si quedarnos aquí. Con este vestido estás preciosa, solo de verte me dan ganas de hacerte mía en este mismo instante.   

-No seas bruto! Todo a su tiempo campeón!   

-Vámonos ya que sino no respondo- me dijo entre risas.   

Se levantó y me dio un pedazo beso que se me nubló la vista y todo. Si seguíamos así seria yo laque no se quisiera marchar.   

-J...   

- Si será mejor que nos vayamos.   

Salimos del edificio y nos montamos en su coche. me encantaba verlo conducir tan concentrado. Estaba muy sexy con sus gafas de sol, viendo como deslizaba con delicadeza sus manos por el volante.  

-Deja de mirarme así- me dijo de pronto.  

-Es que no puedo dejar de mirar a un hombre sexy conduciendo.  

-Así que soy sexy eh?  

-Solo un poco que luego te lo crees- le dije entre risas.  

Me cogió de la mano y me la beso. Pasamos el resto del viaje charlando, haciendo comentarios tontos sobre las cosas.  De vez en cuando sonaba alguna canción que me gustaba por la radio, me ponía a cantar.   

-Sabes que cantas fatal?- me dijo con una sonrisa.   

-Vaya gracias- me lo quedé mirando con una ceja levantada.   

-Lía algún defecto tenías que tener. Nadie es perfecto.   

Le di un pequeño golpe en el brazo, pero J estaba tan musculado que ni se enteró. Solo se río a carcajadas y yo detrás de él. Como me gustaban estos momentos mágicos que vivíamos entre los dos.    

Solo necesito una noche contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora