Sad Eyes Episodie Fourth.

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Ya habían pasado los minutos y aún seguían comiendo en la cafetería de la escuela. Sasuke, ya había terminado de comer, pero Naruto, aún no terminaba. Era algo lento para comer el Ramen. Pero el Moreno no se quejó al respecto de la lentitud para comer del Rubio. Sasuke lo miraba, cada pequeño detalle que hacia, lo admiraba como nunca, Naruto no se percató de aquello. Al Rubio en sierto modo le extrañaba que Sasuke se demostrara así delante de el pero, no se quejó para nada también.

-Y dime Naruto, ¿donde vives? -atentó-

-Vivo... Serca de aquí ttebayo -cabizbajo comiendo-

-Oh, ya veo -medita la próxima oración-

Se quedaron en silencio un poco más. Sasuke iba a seguir preguntando. Pero en eso suena el timbre dando por finalizar el recreo y el inicio de clases de nuevo. Ambos caminaron el silencio hasta su salón de clases. Obviamente Sasuke protegió al Rubio en todo momento de los Abusones que se encontraban por ahí, esperando a que Naruto estubiera solo para atacarle. Cosa que nunca sucedió, gracias al Moreno. Al llegar, se sentaron como antes de que tocará el timbre.

-Naruto... -el Rubio seguía en su mundo- ¡Naruto! -decia el Moreno en un tono bajo pero algo fuerte para que el nombrado escuchará-

El Rubio no hacia ni caso a los llamados de Sasuke. Seguía en su mundo de fantasía. Donde siempre había felicidad . Donde, sus padres vivían y tenía una vida feliz a su lado. En un mundo... Que solo existía en su mente y nada más que allí. Solo, pensaba en lo genial que sería ser normal, como todos los demás a su alrededor. ¿Grandioso no?. Aún así, al último escucho al Moreno.

-¿Que me decías Sasuke Dattebayo? -sonríe falsamente-

-Umm, que si querías ir conmigo a comer algo oh al parque -desinteresado-

Naruto siente algo de felicidad recorrer su cuerpo. Pero aún así, asiente efusivamente. No supo de donde salió tanta alegría. Pero si sabía que aún existía en su ser dicha alegría.

-C-Claro Dattebayo -algo avergonzado-

-Genial -sonreír-

Ambos se miraron por varios minutos. No podían dejar de ver el rostro del otro. Como si se tratara de una pieza de arte el rostro de cada uno de los dos. Eran como imanes, atrayendose uno al otro. Poco faltaba que sus Cabezas se comenzarán ah acercarse. Pero bueno, digamos que fue así. Por que de verdad lo fue. Poco a poco se hiban acercando.

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To Be Continued.

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