"Conociendo"
Tan pronto el sol salió, ellos emprendieron su viaje. Sobre las nueve de la mañana, porque querían ponerse ya en marcha con esa ambiciosa travesía.
Se despidieron de Galicia, agradeciéndoles por todo lo que había hecho por ellos tres. Para España, la gallega había conseguido darle una vuelta de 360 grados a su idea travelista, mientras que para el inglés y la francesa, la celta fue la primera de las piezas claves para facilitar que los tres pudieran estar juntos. Por todas esas cosas, los tres no podían dejar de darles las gracias.
Aunque antes de salir, cuando España ya estaba dentro de la furgoneta, se reunió con los dos extranjeros para pedirles algo muy importante, que cuidarán mucho a la pelirroja. Desde hacía años que no veía a la española con tanta ilusión, tanta que irradiaba felicidad y ganas de vivir el ahora por dónde iba. Y su único deseo era que toda esa buena vibra no desapareciera.
Ahora eran sobre las once de la mañana. Reino Unido era quien manejaba la furgoneta. Mientras, Francia mataba su tiempo leyendo las noticias por su móvil, informándose del siguiente lugar donde iban a estar, y España parecía querer quedarse dormida contra el cristal de la furgo.
La furgoneta era, ciertamente, una verdadera joya. De un color blanco, la vieja joyita contaba con tres asientos en la parte delantera, donde ahora mismo estaban sentados nuestros tres protagonistas. Mientras que atrás era donde residía la verdadera magia del vehículo. La parte de atrás estaba revestida con madera, contaba con una cama que ocupaba el resto del espacio y cajones donde almacenar las cosas.
Esto era perfecto, porque si querían desviarse del camino y dormir por ahí, ni tenían que buscar hotel, ellos llevaban el hotel en la parte de atrás. Y, si lo vemos así, otra ventaja es que debían compartir esa cama los tres.
– No entiendo porqué teníamos que salir tan temprano...
Murmuró la española, dándose por vencida en su intento de dormir, frotándose los ojos. Tanto el inglés como la francesa le habían dicho que no podía ir en la parte de atrás mientras iban por carretera, porque no tenía ninguna seguridad ahí. Lo que le jodió bastante porque estaba cansada por el madrugón y quería dormir.
– Well, you said that if we leave early, we weren't going to have traffic and we would go muuuuuuch faster. (Bueno, tú dijiste que si salíamos temprano no íbamos a tener tráfico e iríamos mucho más rápido.) Respondió el inglés, la persona que estaba más acostumbrado a despertarse incluso antes de que el sol saliera. – Although I don't understand why you said traffic if we go through nationals between towns and not by cities ... Wouldn't it be more comfortable to go on the motorways? (Aunque no entiendo por qué dijiste tráfico si vamos por nacionales entre pueblos y no por ciudades... ¿No sería más cómodo ir por las autovías?)
- Ah no señor Monopoly. Mira, esto es muy sencillo. La autovía vale dinero, dinero bonito que podemos gastarnos en comida para subsistir en esta mierda. La comida vale dinero, dinero que no tenemos más que veinte euros en físico. Hay como mil peajes tocacojones que toca pagar. ¿Tienes ganar de pagar peajes todo el puto rato? Porque yo no.
Pudo notar desde su sitio como el inglés rodaba los ojos escuchando su respuesta. – No me hagas esa mierda, lo que hago yo se llama pensar con cabeza, la estrategia para los cafés bebé... Cosa me apetece café, ¿cuándo paramos?
– We have three kilometers to the nearest village, so you have to wait for your ideas, my lady. (Nos quedan tres kilómetros para el pueblo más cercano, así que te toca esperar por tus ideas, mi señora.)
Aunque iba a recriminar y protestar por el tonito que le puso mientras hablaba, un tono que ella podía describir "orgulloso y pretencioso con una pizca de prepotencia", el escuchar el sobrenombre que le había puesto aceleró sus pulsaciones y consiguió que en vez de contestar cruzara sus brazos y mirase por la ventana, aparentando indignación.
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Tres No Son Multitud 🇬🇧🇪🇸🇫🇷
FanficLas miradas no engañan cuando Francia y Reino Unido no pueden hacer nada más que quedarse embobados hacia la figura angelical de la española. Y esta misma no puede pensar en otra cosa que un mínimo de esperanza de que ellos sientan también el amor i...