Nuestra Historia [En Edición]

Entre lirios y rosas✓

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Aquí estamos otra vez...
Esta fiesta del té es divertida, pero siguen hablando de lo mismo.

Chicos.

Entiendo que son chicas normales, pero también hay otros temas de conversación.

—Aun con el joven maestro Alfierce y el lobo solitario... en mi preferencia mi favorito es el joven mago lobo solitario negro...

Aquí vamos de nuevo, ¿Por qué Lucas es él que más le gusta señorita Lirio?
Es un idiota de primera.

—Sus hermosos ojos rojos que muestran lo solitario que es, solo deseo abrazarlo y decirle que mi compañía y corazón serán siempre para él, es más...

Sonreí un poco incómoda y lleve mi taza de té a mi boca. La señorita Lirio volvió a perderse en su ensoñación.

Mire a Jenneth quien solo escuchaba atenta lo que ella decía. Reí por su mirada.

—Princesa Athanasia, Sol de Obelia.

Ugh, cof cof

¡MALDITO LUCAS!

¡¿Por qué te apareces de la nada cuando estoy sirviendo té a mi boca?!

Lo mire enojada y luego suspire.

—Levanta la cabeza.

Cuando la levanto pude ver su sonrisa burlona. ¡Uy, se que lo hiciste a propósito!

Iba a preguntar el por qué de su aparición hasta que escuche unos cuantos suspiros detrás de mi.

—¡Es el joven mago lobo solitario negro!*

—¡Se ve tan divino! 

Sus suspiros fueron demasiado ruidosos. Tosí un poco para volver a hablar con Lucas.

—¿Qué es lo que te trae hasta aquí?

— Solo traigo un comunicado de los magos de la torre negra. Estamos esperando por usted para seguir con las investigaciones, el jefe de los magos esta entusiasmado por lo que ha logrado la princesa...

Sonreí con satisfacción, yo también estoy entusiasmada. Aunque me extrañó su repentino comentario sobre el abuelo, ¿Acaso quiere que quede bien frente a las señoritas aquí presentes?

—La princesa es increíble...

—Tan talentosa... 

Me sonrojé un poco ante los halagos que, aunque los susurraban, podía escuchar claramente.

Lucas me miro burlón y luego dirigió su vista detrás, note que la señorita Lirio se sorprendía y su pálida piel pronto se volvió carmín, supongo que la miraba a ella.

Sus ojos rojos mostraban algo indescifrable.

— Esta bien, diles que mañana iré a visitarlos por favor.

Le sonreí un poco pero él solo suspiró, se inclinó y se marchó.

Estaba un poco desconcertada y solo pude mirar el camino por donde se fue, me quede unos segundos quieta tratando de analizar su actitud antes de marcharse hasta que un grito me despertó de mi trance.

— ¡Él me miró a los ojos, yo lo vi! ¡Sentí su hermosa mirada solitaria en mi!

Lady Helena... por alguna razón el comentario de la señorita Lirio golpeó mi corazón.

No se por qué pero... me duele un poco el pecho y... me siento irritada.

Traté de centrarme en la conversación que le siguió pero seguía pensando en lo mismo.