Nuestra Historia [En Edición]

Éxito

Hay cosas en la vida que son difíciles de descifrar. Llevan dias, meses, incluso años descubrirlas.

Pero esta no era una de esas cosas... Y Jenneth lo sabia muy bien.

Desde la primera vez que vio juntos a su prima Athy y al mejor amigo de ella, Lucas, notó la química que ellos poseían. Ella no era distraída, ni mucho menos tonta...

Al parecer, Lucas sabe más acerca de sus sentimientos... pero Athanasia ni pizca de ellos entendía aún.

Así que decidió ayudarles, y la mejor manera de hacerlo era emparejar los para el baile de graduación...

Su prima no era el problema, a ella le entusiasmaba ir. Por otro lado... Lucas odiaba bailar, desconoce la razón pero ese era un gran contratiempo para su plan.

Ellos debian estar juntos a toda costa.

Jenneth quería la felicidad de su prima, y sabe que Lucas es el único que puede dársela...

— Jenneth, ¿en qué estas pensando?

Parpadeo un poco y miro a su alrededor. Estaba en la azotea con Athy, ¿Cuánto tiempo lleva perdida en sus pensamientos?

Fijo su vista al frente, la rubia parecía preocupada. Sonrió para calmarla, ella no debía enterarse de su brillante idea...

— No es nada. Por cierto, ¿tienes pareja para el baile?

— No aún no... quiero ir pero... ¿es necesario con pareja?

— Los volantes decían que si.

Ambas suspiraron... ni la castaña ni la rubia tenían parejas aún. Eso las hacia sentir frustradas...

Pero para Jenneth, también era una buena noticia, así tenia mas oportunidades de unir a Lucas y Athanasia.

Por nada del mundo debe desaprovechar esta oportunidad... soltó una pequeña risa.

— ¿De qué te ries?

— No es nada.

"No sabes lo que te espera primita".

La campana sonó, indicando que las clases comenzaran pronto... Se levantaron y dirigieron al salón de la materia que les correspondía.

En eso a Jenneth se le ocurrió una idea...

— ¿Qué clase te toca Athy?

— Matemáticas, ¿a ti Jenneth?

— Artes, ¿sabes qué clase le toca a Lucas? —. Preguntó directamente. —  Debo preguntarle algo.

— Creo que artes...

Una sonrisa escapó de sus labios, le agradeció y siguieron su camino hasta el salón de artes.