Nuestra Historia [En Edición]

Lucas es raro✓

✒︎ღღღღღღღღ

Ah, que cansada estoy...

Solo quiero llegar a mi cama y descansar. Abrí la puerta del cuarto mientras daba unos cuantos bostezos. Miré mi ramo de margaritas en mis manos, son lindas pero aun así no son de mi completo agrado.

Las dejaré en un jarrón igual, pero por el momento... ¡A la cama!

Busqué mi pijama, y cuando lo encontré me quité de inmediato la ropa. Recuerdo que Lily siempre insistía en ayudarme, pero le convencí de que podía sola. Físicamente ya no era una niña que necesita ayuda en cosas tan pequeñas, y aunque siempre le voy a agradecer a mi querida Lily por toda su voluntad, mi yo adulta necesitaba su espacio.

—Oye ton...

—¿Eh?

Me giré de manera brusca. No, no me digas que decidiste venir justo cuando me cambiaba...

¡MALDITO LUCAS!

Mi cara se sintió arder mientras le arrojaba lo que tenía mas cerca, pero logro safarse del golpe. ¡BASTARDO! ¡Evitó mi poderoso ataque de almohada!

Se volteo para que yo me terminara de cambiar, y así lo hice.

Cuando lo mire de nuevo pude notar algo que me sorprendió, sus orejas estaban rojas. ¿En serio? ¿El poderoso mago genio, se sonrojo?

QUE INFANTIL.

—Me gustaría saber que haces aquí, ¡Maldito bastardo pervertido!

Ante mi voz enfurecida, su cuerpo se estremeció.

—Lo siento.

Susurró arrepentido, pff si como no.

—Te venia a visitar, pero no imagine que te estarías cambiando...

—Ahórrate las excusas.

Me acerqué con la intención de golpearlo levemente, sin que le duela. Pero su comentario cambió mi intención.

— Deberías dejar de comer tanto.

¡HIJO DE...

¿Quieres morir? Porque si es así yo te puedo ayudar con eso.

¡Sufre ante mi puño!

PAM

—¡Auch! ¡Eso dolió!

—¡Me alegro!

Me acerqué a mi cama para quitar las flores y dejarlas en un jarrón cerca de mi cama, el imbécil debe agradecer que no lo tomé antes que la almohada.

Lucas me observó en todo momento. Tenia una expresión extraña...

Su ceño estaba fruncido, su mirada era opaca y su boca tenia una mueca. Raro ¿no?

—¿Y esas flores?

—Me las dio Ijekiel.

—¿Te encontraste con el jr. perro blanco?

—Si, fue una coincidencia.

Su voz me hacia querer excusarme, aunque lo que le decía no era mentira...

✒︎ღღღღღღღღ

—Las rosas son muy lindas, ¿no lo crees papá?