Capítulo VIII

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En los treinta años de mi vida, muy pocas veces había tenido que visitar un hospital.
Y desde luego, jamás había sido por un duro golpe, de un balón de fútbol americano en mi cabeza.

Lo cual, era un poco... no, no poco, era realmente vergonzoso.

Y peor, fue el hecho de que Kara, fue quien se quedó a mi lado todo el tiempo.

Ya que Lex, se fue de prisa por un "Asunto Urgente" , y Matt tuvo que ir a la empresa a recibir a los proveedores.

Andrea, fue la última en marcharse, ofreciéndose a ir por un par de cosas que necesitaba a mi casa, mientras duraba mi estadía allí en el hospital.

Por lo que Kara, se vio obligada a quedarse a mi lado mientras hacían los exámenes correspondientes, los cuales consistían principalmente en una resonancia magnética.

Estar allí y mirar alrededor, me causaba escalofríos, ya que mi última visita, fue cuando a mi madre, le detectaron cáncer.

Desde entonces, cualquier Cosa que tuviese que ver con doctores y enfermedades, había quedado fuera de mi vida, y en mas de una ocasión, me había rehusado a buscar ayuda de un médico para mejorar mis catarros o cualquier otra cosa que me afectará físicamente.

No señor, primero moría de dolor antes que ir al médico.

Por lo que fue inevitable sentirme incómoda, desesperada e inquieta.

-¡Hey! ¿Podrías parar?.- Exclamó Kara a mi lado. - llevas al menos 30 minutos caminando de un lado a otro, ¡el piso se caerá!

Pare un instante, y la mire a los ojos, estaba dispuesta a gritarle un par de cosas, pero temía que mis nervios terminarán por romperse.

-Lo siento.. - callé unos segundos.- odio los hospitales

Ella pareció sorprendida por mi respuesta, pero aún más por mi tono ahogado.

Se puso de pie lentamente, y dudosa de si, se acercó a mi.

-Entiendo, las últimas semanas, vine acompañar a mi madre por lo del tumor. - suspiró y se dirigió a la ventana.- fue horrible estar aquí con el miedo consumientodote por la respuesta.

-Se volvió hacia mi y sonrió.- Afortunadamente, los resultados lo arrojaron como Benigno. Es impresionante lo importante que puede resultar revisar tu cuerpo constantemente, puede salvar tu vida.- dijo Kara asombrada

Asentí con la cabeza, y un nudo en la garganta se expandió hasta mi estomago.

Si mamá hubiese hecho eso, talvez ahora estaría aquí .

Cerré los ojos fuertemente, y me dejé caer en la silla más cercana de la Blanca habitación.

Me sentía cansada, y tenía la sensación de que mi cabeza era una bomba de tiempo, estallaria en cualquier momento.

-Todo estará bien Lena. - exclamó Kara cerca de mi. - tranquila

Abrí los ojos, y miré directamente a sus ojos profundamente azules.

Le dediqué una sonrisa sincera, y asentí.

-Gracias.-

-Y, ¿Kara?. - exclame de nuevo

-¿Si?.-

-Gracias por... estar aquí... conmigo. -

Ella asintió, y después ladeo la cabeza

-Pero, Lena... todavía te odio.-

Ambas reímos, y caímos en un incómodo silencio. Afortunadamente, no tuvo que pasar demasiado tiempo para que nos interrumpieran.

The Last Kiss (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora