The Last Kiss (SuperCorp)

Capítulo X

Me encontraba caminando de prisa por los pasillos de la empresa, la cabeza me estallaria en cualquier momento.
Y en lo único que podía pensar, era como solucionar el problema que se vendría encima.

Me introduje en mi oficina, y me dejé caer pesadamente sobre la silla.

¿Qué había hecho?

Enterre mi rostro entre mis manos, y respiré profundamente para lograr calmar mis nervios.

Tocaron a la puerta, y simplemente atine a ignorar el llamado.

-¿Puedo pasar... Lena?.- preguntó Kara con cierta inseguridad.

Clave mis ojos en ella, y sólo pude asentir.

Logre observar que traía consigo los folders que Matt me había entregado.

-¿Qué se te ofrece? Creo haber dejado claro que necesitaba estar sola. - dije molesta

-Lo sé. - respondió ella. - pero creo que tienes que ver esto.

Alce la vista nuevamente

-¿Qué pasa?.- pregunté preocupada al ver su gesto pálido y serío.

-Parece ser que existió una fuga en todas las áreas... la cantidad es grande. - respondió ella en tono bajo, casi inaudible

La miré fijamente.

-¿De cuánto me estás hablando?. - pregunté conteniendo un poco la furia.

Kara trago saliva, y me miró fijamente a los ojos.

-Un millón y medio de dólares. - contestó preocupada.

Me levanté bruscamente del asiento, y me pase las manos por el cabello, en gesto de clara frustración y desesperación.

-¡Por Dios Santo! .- exclamé sorprendida. - eso es una cantidad enorme. - tomé un portalapices y lo arroje contra la pared.

Mi hermano, mi propio hermano había hecho un fraude casi perfecto.

Un millón y medio por cada mes.

-Maldita seas, ¿Cómo es posible qué esto haya pasado desapercibido? No puedo creerlo. - exclamé furiosa

Kara se acercó a mi, y me tomó ligeramente la mano.

-No te alteres, recuerda lo que dijo Cross.- dijo ella preocupada

-Me importa un cuerno lo de Cross, ¡Kara! Lex ha estado haciendo fraudes en mi cara y con mi empresa, todo el tiempo se ha estado burlando de mi a mis espaldas... y lo peor de todo, es que tu has sido parte de ello. - grité molesta

Por dios.

-¿Qué? ¿Piensas que pude haber sido capaz de jugar sucio? Después de todo lo que ha pasado, de quien se te ocurre sospechar, ¿ es de mi? .- respondió ella rabiosa.

-No lo sé, Kara, dímelo tú. - contesté acercándome a su cuerpo - ¿Cómo es que, Lex fue capaz de acceder a la contaduria de la empresa?

Sus ojos desprendian chispas peligrosas, y sus mejillas estaban sonrosadas.
Lo siguiente que pude sentir, fue su mano azotando mi
mejilla.

-Eres una cabrona. - sentenció ella.

La tomé por las muñecas, y la acorrale en la pared más cercana.

-Hace unas horas, mientras te revolcavas en mi cama, no pensabas lo
mismo.- susurré cerca de su oído.

Ella me miró a los ojos, un brillo muy parecido a las lágrimas , se asomó por sus bellos ojos azules.