The Last Kiss (SuperCorp)

Capítulo XVI

Las mañanas raramente eran frías y tristes, estaba normalmente acostumbrada a recibir los días luminosos y llenos de alegría.

Pero como dicen algunos, siempre hay una primera vez para todo.

Sonrío tristemente, si que las hay.

Me encontraba de pie frente al ventanal de la habitación observando el paisaje de una mañana de neblina en New York.

Personas por aquí y por haya, caminando de prisa, llamando por el móvil, o simplemente perdidos en sus pensamientos, iban de un lado hacia otro.
Observé con melancolía las parejas que iban tomadas de la mano sonriendo.
A pesar de la ligera brisa, me abrazó fuertemente a misma y cerré los ojos.

Me gustaría abrirlos y saber que todo lo que pasó ayer fue sólo una pesadilla, que todo se arreglará en cualquier momento y seremos las mismas de siempre.

Lo deseo y lo anhelo tanto, que las entrañas me duelen, y el corazón me late ligeramente a cada segundo y minuto que pasa.

Tomé mi bata de seda, y salí con desgana de la habitación para dirigirme a la cocina.

No pude dormir de sólo pensar e imaginar a Lena en brazos de otra mujer, la sola idea me desgarra el alma por dentro, y ocasiona que por milésima vez mis ojos se llenan de lágrimas.

Sin embargo, me detengo en seco al toparme con ella en la sala de estar.

Esta vestida como habitualmente para la oficina.

Ella levanta la vista, y me mira fijamente a los ojos , hace ademán de acercarse, pero se detiene en el último momento.

-Pensé que ya te habías marchado. - le digo bruscamente

El ligero dolor que reflejan sus ojos me hace un nudo en la garganta.

Lena desvía la vista y se mete las manos a los bolsillos.

-Si, en un momento me iré, sólo... esperaba verte antes de irme. - Dice ella con voz suave.

-Bueno, pues ya me viste, puedes marcharte a donde quiera que vayas .- respondí con molestia

-No es lo que tu crees. - contesta ella rápidamente. - es algo complicado

-No. - la detengo rápidamente. - No quiero escucharte. Sólo vete y déjame en paz

Sus ojos se llenan de lágrimas y asiente con la cabeza, toma su abrigo y sin mirar atrás, se va.

No puedo detener el reguero de lágrimas que se avecinan, y me dejó caer de rodillas

Es un dolor tan insoportable el que me oprime el pecho, que lo único qué deseo es dormir, dormir y no despertar jamás.

Es increíble la forma tan abrupta en la que tú vida puede llegar a cambiar. Un día eres feliz, y al otro, eres tan miserable que no lo puedes soportar.

El recuerdo de uno de nuestros últimos momento juntas es claro ejemplo de ello.

****_ FlashBack_****

-¿Sabes cuánto te amo?. - pregunta Lena mientras me mira fijamente a los ojos

Finjo pensar y sonrío

-Tengo una ligera idea, si, espero que lo hagas tanto como yo te amo a ti. - contesté mientras le besó la nariz

-¿y eso es mucho o poco? .- pregunta de nuevo con un brillo en los ojos

-Más que mucho, demasiado. - le besó los ojos

-Kara.-

-¿Qué pasa?.- respondo extrañada por la seriedad de su voz