Capítulo XIII

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Sentía las lágrimas recorrer furiosamente mis mejillas, el corazón desbocado y el alma rota.

Me sentía humillada y herida.

Y sus palabras resonaban en mi cabeza a cada instante.

"Yo no pretendía llegar tan lejos... "

Sacudi fuertemente mi cabeza para olvidar sus palabras, aquellas que se convirtivieron en dagas para mi corazón

-Kara, espera. -

Era Lena.

-¡No! - grité fuertemente sin dejar de caminar. - sólo... vete ¿Quieres?

-Por favor escuchame, sólo un momento. - pidió ella con voz dulce.

Me detuve de golpe a medio camino, y apreté la mandíbula.

-Has dejado claro las cosas, no hay necesidad de que me des explicaciónes.- callé unos segundos. - ya no hay nada de que hablar.

-No puedes irte, no puedes renunciar. - dijo ella detrás mío a unos centímetros.

-Es mi decisión, y ya está tomada, mañana a primera hora te la haré llegar. - respondí molesta.

Me tomó por el brazo y me obligó a mirarla a los ojos.

En sus ojos brillaba una profunda tristeza, que instantes atrás no había visto claramente.
Parecía tener la sensación de querer gritar a los cuatro vientos, pero algo la detenía.

-Necesitas el trabajo. - dijo ella conteniendo la furia.

Negué con la cabeza

-Puedo conseguir cualquier otro, uno muy lejos de ti. - exclamé mientras la empujaba por el pecho

-Pues a la mierda. - gritó Lena Furiosa. - no dejaré que te vayas.- me miró fijamente a los ojos.

Y sin esperarlo, posó furiosamente sus labios sobre los míos, me besó de una manera salvaje y al mismo tiempo cálida.

Al principio me resisti y comencé a empujarla , pero ella me rodeó con sus brazos y no pude más.

Su aroma fresco a brisa del mar, inundaba mi nariz, sus labios saboreando los míos, y su lengua pidiendo permiso para poder entrar dentro de mi.

Pero, los recuerdos de sus palabras me vinieron a la mente, la golpee y la empuje lejos de mi lo más que pude.

Me limpié la boca con asco y desagrado.

La miré a los ojos y encontré una intensidad en ellos, sus pupilas dilatadas me recordaron el deseo momentáneo que me atrapó, y el amor que un momento me dio.

Negué con la cabeza, y la golpee en la cara con el puño cerrado.

Su cara dio un giro de 180 grados y por un instante perdió el equilibrio..

Al levantar el rostro, pude ver el hilillo de sangre salirle de la boca.

La sangre se me helo y me preocupe, quise tocar a Lena, pero me alejo educadamente.

De pronto, el timbre de mi móvil atrajo mi atención, y me preocupe al ver el ID de mi padre.

-¿Papá? ¿Qué pasa? .- respondí rápidamente sin quitarle la mirada de encima a Lena.

-Tu madre, Kara, ha tenido una recaída y está hospitalizada. -

-¿Qué? ¿Dónde están?-

-Tranquila hija, calmate no te alarmas, la están estabilizando. Sólo quería avisarte, estamos en el hospital. -

The Last Kiss (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora