𝐄𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐋𝐚 𝐋𝐮𝐳 | Ben Solo

IX: Hora de irnos

Cuando recorría la granja que alguna vez su maestro Luke había habitado, BB-8 comenzó a hacer sonidos de alerta y se apresuró a llegar hacia él, diviso que el Halcón Milenario estaba aterrizando en la densa arena de Tatooine y vio a Chewie salir del Halcón, se acercó ahí y los tres se adentraron a la nave.

R2D2 y C3PO estaban ahí.

—Oh, ama Rey, es un gusto verla de nuevo, ¿No es así R2?

El droide vio un sonido de aprobación.

—También me alegra verlos.

Se dirigió a la cabina.

—Llegan tarde —hablo hacia la figura que estaba en uno de los asientos.

El asiento del piloto se giró hacia ella dejando ver a Ben Solo, con sus cejas alzadas.

—Llegamos lo más rápido posible.

Ambos se sonrieron, Ben se puso de pie para acercarse a ella y besarla. Ella tenia sus brazos alrededor de su cuello y el alrededor de la pequeña cintura de la chica. Cuando se separaron estaban un poco agitados por ese beso.

—Bien, es hora de irnos —le dijo Rey

—Espera, antes quiero hacer algo —tomó su mano y se dirigieron a la salida del Halcón, pero antes, Rey dejo los sables que habían utilizado en la batalla contra el viejo Sith en un compartimiento de la nave de Han Solo.

—Creo que son geniales —dijo Ben sobre los nuevos sables que tenían.

Rey lo encendió, revelando un color dorado/amarillo como hoja de su nuevo sable. Ben también encendió su nueva arma dejando ver un color purpura.

—Oh, excelentes colores, ¿No es así R2? ¿BB-8, Chewie? ¿Son lindos verdad? —

Los droides respondieron con sus respectivos sonidos, asi como Chewie con su característico rugido.

Los seis bajaron del Halcón y observaron aquella puesta del sol binaria que ofrecía el planeta Tatooine.

—Que hermoso es —comento Rey con una pequeña sonrisa tomando la mano de Ben

—Lo es —le contesto el muchacho.

Abordaron la nave y cuando Rey estaba por sentarse en el asiento detrás del piloto, el wookie les hizo saber algo con un tono entre cansado y alarmado.

—Tranquilo.

—Entendemos eso.

Después de eso el wookie fue hacia la mesa junto a los tres droides y Rey se sentó del lado del copiloto.

—Y bien, ¿A dónde iremos?

—A donde usted diga, capitán Solo.