Sempiterno [r.j lupin]

hogwarts

El que no cree en la magia nunca la encontrará.
Roald Dahl.

Definitivamente no eran una familia muy común, y no pasaban desapercibidos por el mundo muggle.

Después de todo eran ocho primos: Tessa, Thea, Evan, los hijos de su tío Cassius; Octavius y Winifred, los hijos de su tía Vesper; los mellizos Roderick y Archibald Pruitt, y el hijo de la hermana de su made; Félix Nutter. A eso deben sumarle la presencia de Adrastos y Evadne, de Cassius y su esposa Ariadne, Vesper y su esposo Gareth y por último Bellamira y su marido Godfrey.

Un total de dieciséis personas que cargaban baúles, gatos, lechuzas y sapos que sólo los hacían resaltar más.

— Ustedes recuerden no meterse en problemas, a menos que quieran quedarse en Hogwarts para las vacaciones de navidad, ¡y nada de molestar a sus primo! —Vesper regañaba a sus hijos, ambos estaban en Gryffindor y pasaban a su sexto año.

— Sí mamá. Nosotros jamás molestaríamos al pequeño Félix, ¿no es así pequeñín? — Roderick molestó al menor de la familia. Félix era un Hufflepuff que acababa de entrar a su cuarto año. El chico rodó los ojos y no respondió, en cambio se acercó a sus primas, quiénes charlaban unos metros adelante del resto de la familia y abrazó a Winifred, la mayor de ellas, una Hufflepuff que entró a su séptimo año y se ganó el puesto de premio anual. Todos la adoraban, puesto que era como una madre para ellos mientras se encontraban en Hogwarts.

— Te voy a extrañar cuando te vayas, Winnie. — murmuró el menor haciendo reír a las chicas.

— Ya eres más alto que todas nosotras,creo que te podrás cuidar de Archie y Rick por tu cuenta, cariño. —replicó Tessa para luego desordenarle el cabello a su primo. — Y siempre nos tendrás a nosotras, sabes que ese par le teme a las mujeres de esta familia.

Las chicas rieron y entonces tuvieron que atravesar la pared hacia el andén 9 3/4 uno por uno.

Eran las 11:50, por lo que aún quedaba tiempo antes deque el tren partiera, de manera que la familia comenzó a hacer las caóticas despedidas puesto que todos debían decirle adiós a todos.

Luego del caos, Tessa se acercó por último a su padre, abrazándolo con fuerza.

— Papá, nos veremos en vacaciones de navidad. — dijo firmemente al separarse. No se percató de la melancólica sonrisa que su padre le brindó.

—Sí hija, nos veremos. — entonces Adrastos dejó ir a Therasia y la castaña corrió a encontrarse con sus hermanos, pero sólo pudo dar con Evander.

— ¿Y Thea? — cuestionó, su hermano le ofreció el brazo y ella se enganchó de él, comenzando a caminar en dirección al tren mientras arrastraban sus cosas.

— Ya sabes, se fue a besuquear con ese chico Willett, así que sólo somos tú y yo. — bajó la cabeza para dedicarle una brillante sonrisa a su hermanita.