Sempiterno [r.j lupin]

ball

Las tormentas hacen que los árboles creen raíces más profundas.
Dolly Parton.

― ¡Tessa, tu amigo acaba de llegar! ― Thea gritó desde la primera planta de el hogar de los Norton.

― ¡Ya voy! ― respondió la castaña observándose una última vez en el espejo de cuerpo completo que se encontraba en su habitación. Había optado por vestir un vestido rojo hasta arriba de las rodillas, ceñido hasta la cintura y suelto hasta su fin. Poseía mangas en tres cuartos, con una forma similar a la de las túnicas de Hogwarts. Además, la pieza de ropa poseía distintos relieves bordados en el mismo color del vestido. Traía joyas y unos zapatos de tacón que combinaban. Dejó su cabello suelto, con algunas ondas que caían de forma natural hasta la altura de poco más debajo de sus hombros.

Suspirando tomó su bolso y su abrigo color gris que llegaba hasta poco más arriba del suelo. Estaba hecho a la medida y había sido un regalo de parte de su hermano para la navidad que habían celebrado el día anterior.

Bajó las escaleras con cuidado y se encontró ― para su sorpresa ― con Wilder ya esperándola al pie de estas. El muchacho sonrió inmediatamente, tendiéndole su mano para ayudarla a bajar.

― Luces hermosa. ― musitó, él vestía una túnica negra con detalles en dorado.

― Tú no estás mal ― bromeó ella ―. ¿Nos vamos?

Era (lamentablemente para Tessa) el día del baile en la mansión de los Malfoy. La chica lamentablemente no se encontraba de ánimo para soportar conversaciones estúpidas de la aristocracia mágica. Ella sabía con certeza que en ese lugar nadie tendría siquiera una pizca de sangre muggle en sus venas, y ella no era la excepción.

Sin embargo, tenía bien en claro lo que la diferenciaba de esas personas., y aquello era su forma de pensar.

Trató de consolarse a si misma repitiendo en su mente que solo asistía por Wilder, su amigo, además de que solo serían unas horas y ya.

Pero cuando se encontró frente a frente con Narcissa y Lucius Malfoy. Ambos se encontraban en sus veintes, y lucían aquel rostro típico de los magos de alta alcurnia inglesa, según Tessa. Los ojos grises de Lucius reflejaban únicamente la superioridad que sentía por el resto.

― Wilder Klontz, vaya alivio que por fin llegara. Sus padres ya comenzaban a inquietarse ― masculló Malfoy ―. ¿Y tú eres? ― cuestionó observando a la castaña con mirada crítica.

― Therasia Norton, es un placer conocerlo. ― pronunció. Por más de que aquellos individuos no fueran de su agrado, en esa ocasión debía comportarse y seguir los modales adecuados.

― Oh ― soltó Narcissa, su esposo igualmente se había quedado sorprendido ―. Eres la hija menor de Adrastos y Evadne.

― Dos magos muy respetables, a mi parecer ― añadió Lucius. Luego dirigió una breve mirada a su esposa quien asintió. ― Bien, será mejor que se dirijan al salón principal, nosotros aún tenemos que recepcionar a unos cuantos invitados más.