Sempiterno [r.j lupin]

friends

El amor no entiende de tiempo. Cuando llega, llega, y no importa que conozcas a esa persona desde hace cinco años o de sólo un simple cruce de miradas. Porque el amor es algo tan poderoso que escapa al control del tiempo, simplemente porque es algo que no se puede medir con nada. 
Lena Valenti.

Narra Tessa.

Las vacaciones de Navidad se esfumaron en un abrir y cerrar de ojos. La herida que tengo en mi abdomen sigue sanando y progresando cada día, lo bueno es que el dolor es casi nulo y lo malo son las ocasiones en las que se abre y sangra. Algo muy curioso es que la sangre en un inicio brotaba de un color meramente negro y con una textura espesa, era asqueroso. Con los días y los tratamientos adecuados volvió poco a poco a su tono escarlata y textura normal.

¿Es muy loco decir que el tiempo que pasé en la casa de los Potter ha sido de los mejores de mi vida? He conocido a James y a Sirius mucho más de lo que alguna vez creí llegar a conocerlos. Descubrí algo que nunca me había dado el tiempo de notar; ellos tienen apodos entre sí. Aparentemente James es cornamenta, Sirius es canuto, Remus lunático y Peter colagusano. Se negaron a explicarme las razones, pero me pareció bastante gracioso. Es realmente impresionante (y loco, e inesperado) lo mucho que James, Sirius y yo congeniamos. En su compañía nuestras conversaciones siempre terminan en carcajadas y la charla fluye por sí misma. Me he dado cuenta de que los sentimientos de James por Lily Evans son mucho más serios de lo que cualquier persona podría imaginarse, y realmente creo que si Lily se diera el tiempo de conocerlo como he podido hacerlo yo sin duda alguna le daría una oportunidad.

Los días que Remus pasó en la mansión Potter fueron los mejores de todos. La presencia del castaño es sumamente agradable, incluso me resulta algo adictiva. Solo que durante toda su estancia mis sentimientos estuvieron molestándome. Cada vez que Remus hablaba o sonreía mi corazón daba un vuelco y no podía evitar sonreír junto a él. Su presencia me alegraba al instante y hacía que mis nervios se pusieran de punta. Odio sorprenderme a mí misma pensando en él, y odio que mi corazón se acelere cada vez que lo haga. La posibilidad de que realmente esté sucediendo me causa pavor verdadero, ¿qué se supone que haga si me termina gustando Remus Lupin? ¡Oh, por Godric Gryffindor, sería tan malditamente vergonzoso! Si en sí ya es humillante mi reacción ante su mera presencia, no me gusta imaginarme como sería si este problema llega a tal punto que deba reconocer mis sentimientos.

Es por ello por lo que hace media hora me había decidido a no pensar en absoluto en Remus Lupin, ¡pero mírenme ahora! Desde que puse un pie en el expreso de Hogwarts ha sido en lo único que he estado pensando.

— ¿Estás bien, Tess? — giré mi rostro y me encontré de frente con la mirada de mis tres mejores amigas. Asentí tontamente.

— Uh, no pareces estar bien, ¿sigues enferma? — porque sí, lo que le dije a mis amigas fue que me pillé una neumonía férrica y que me caí de las escaleras.

— No, estoy mejor. Creo que me siento así por los efectos post enfermedad, ¿no? — ellas se miraron entre sí y asintieron para luego seguir hablando.