Sempiterno [r.j lupin]

snape

Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos.
Jorge Luis Borges.

Oficialmente los merodeadores se habían peleado. Y no, no lo sé porque ellos me lo hayan dicho (de hecho, los he estado evitando constantemente), sino que es algo que todo Hogwarts sabe. Durante varios días de fines de mayo no se sentaron juntos, se les veía divididos e incluso habían cesado sus bromas.

Remus se la pasaba constantemente con Willow, mientras que James, Sirius y Peter seguían juntos (aunque distanciados los unos de los otros).

Y todo por la gran estupidez de Sirius Black. Por alguna razón pensó que decirle a Severus Snape que fuera al lugar en el que se ocultaba un hombre lobo en plena luna llena le pareció una idea razonable. Y vaya lo fue, James casi muere, a Snape le dio una especie de psicosis, puede que la amistad de esos cuatro esté arruinada para siempre y me dejaron expuesta en todas las formas posibles.

Porque la razón por la cual estoy evitando a los merodeadores va más allá de haber descubierto que eran un hombre lobo y tres animagos ilegales. No, por supuesto que puedo vivir sabiendo eso, es más, no me importa en lo más mínimo. El gran problema es que me vieron hablar con un hombre lobo, presenciaron como no me atacaba e incluso fueron testigos de como sané a James.

Estuve todo este tiempo pensando en que quizás podría hacerme la estúpida y fingir que nada pasó; pero estoy bastante segura de que James, Sirius y Peter deben recordar bien los acontecimientos.

¿Y qué les diría? Sobre las palabras en latín para sanar a James, o sobre porqué Remus no me atacó a mí y sí a uno de ellos en su forma animaga, ¿qué excusa creíble me puedo inventar? Ninguna.

De esa forma he buscado evitarlos lo más posible, y no ha sido realmente muy difícil dado que hemos estado en periodo de TIMOs. Han sido días estresantes, agotadores, realmente. Se siente el desgasto de los estudiantes en el aire y me he desvelado con Lily varias noches estudiando. Marlene ha estado de un humor (y apetito) horrible, y aún así se las ingenia para dormir sus ocho horas diarias. Además, desde que los idiotas se reconciliaron y van juntos a todos lados ha sido más difícil evitarlos.

Es por ello por lo que hoy, en el penúltimo TIMO (el de defensa contra las artes oscuras) no puedo evitar estar rebosante de alivio. Lily a mi lado, está sumamente concentrada en su examen. Su cabello pelirrojo le cae por los lados y tiene el ceño fruncido. Mientras que Marlene, unas mesas más adelante, está media desparramada sobre su asiento y tiene un gran rostro de confusión.

— ¡Cinco minutos más! — exclamó el profesor Flitwick y quise reír al ver la expresión de pánico que se formó en el rostro de Marlene. Por mi parte, yo ya había terminado. Al estar sentada de las últimas tuve el privilegio de observar el comportamiento de todo el resto del salón. Mucho más adelante estaba sentado James de tal forma que quedaba al alcance de mi vista; no mentiré, he extrañado su compañía.