El juguete de mi amo

Capitulo 18 ~ La llamada ~

-en ese caso podría dejarme crecer el cabello, no sería una mujer linda, pero podría llegar a engañar a varias personas si tuviera que hacerlo y creo que si se llegara a darse el caso podría dormir con ellos, pero eso solo si son personas apuestas– respondió Blitz a la pregunto de Víctor sobre ¿a qué extremos llegarías para engañar a alguien? Una clase de juego sobre preguntas que a Blitz le encantaba jugar más que nada cuando estaba aburrido y que obligaba a jugar a Víctor, aunque este en realidad no se oponía demasiado de alguna forma se había acostumbrado a escuchar los delirios del contrario y a veces le solían parecer graciosos

-sigues tu – comento Víctor apagando un cigarrillo en tanto se recargaba en su sofá reclinable preferido teniendo a un Blitz pensativo sentado en el sofá contiguo parando de comer lo que parecían chocolates

- ¿Qué harías si muero? – pregunto de pronto el hombre sonriendo, esperando la respuesta del contrario quien se acomodó en su asiento colocando las manos entrelazadas sobre su pecho

-no creo que haga nada – comento el hombre simplemente

-ow tu frialdad me lastima – respondió Blitz fingiendo estar ofendido, aunque sonriendo - ¿no llorarías?, vamos Vic, Vic ¿no merezco una pequeña lagrima tan siquiera? No digas que no me extrañarías

-no extrañaría escuchar tus historias eso es seguro – comento Víctor – y tampoco creo que lloraría esa clase de cosas no sirve además para que llegues a estar muerto deberías hacer algo sumamente estúpido

-por eso siempre te tengo a mi lado, tú me cuidas de no hacer "cosas estúpidas" – comento Blitz en tono feliz comenzando a comer de nuevo – pero sé que mientes los serios siempre son los más sentimentales – siguió hablando con la boca llena obteniendo un gruñido del contrario haciéndole reír – yo te extrañaría – comento Blitz en tono suave sonriendo tristemente por un momento – extrañaría que me compres comida – finalizo sonriendo quitando esa atmosfera triste que había creado

-deja de decir estupideces – comento Víctor viéndole desde su asiento – yo no dejaría que murieras

La alarma del auto había sonado igual que un mensaje de alerta recibido a la tableta de Gladis que registraba que había pasado algo parecido a una explosión según el vago reporte de los sensores del elevador y tan rápido como lo recibieron ninguno de ellos había dudado en regresar inmediatamente dejando todo de lado

- ¿Qué ha pasado aquí? – exclamo Gladis viendo todas las huellas de autos que habían estado ahí una vez que salió del auto que Víctor no se había molestado en estacionar bajando el tan rápido del auto como el de traje tomando las escaleras a la planta alta

La vista que obtuvieron no fue nada agradable, llamas saliendo de donde se supone estaba el ascensor, toda la sala destrozada eso incluyendo las ventanas y toda la inmobiliaria del lugar

-onceler, Blitz – gritaron al unisonó el de traje y su guardaespaldas comenzado a buscar frenéticamente a los mencionados no encontrándoles ni en la sala, ni en la cocina escuchando llantos desde la habitación que compartían Onceler y Greddler dirigiéndose hasta ahí encontrando a Gladis llorando junto al cuerpo de Blitz

-Víctor... - susurro sin aliento el de traje colocando una mano en la espalda de su guardaespaldas que mostraba una expresión atónita ignorando el gesto de su jefe caminando a donde estaba Blitz

La escena era mala Victor no solía mostrar ninguna emoción nunca, era serio y con expresión de cansancio casi todo el tiempo pero esa gesto en su rostro, la emoción que mostraba en sus ojos en como veía el cuerpo de Blitz, el cómo cayo de rodillas tomando el cuerpo entre sus manos recargándolo en su pecho en una especie de abrazo sin importar la sangre, sin importar nada tomaba entre sus brazos al hombre que le molestaba siempre por no saber cerrar la boca, le tomaba con delicadeza sintiendo su corazón apretarse no pudiendo evitar soltar algunas lágrimas en silencio lamentándose el no haber estado ahí para protegerle, lamentando no poder escuchar de nuevo sus molestas historias, sus apodos cariñosos y sentir perder toda la energía que siempre le proporcionaba, no había estado ahí para protegerle y eso le destrozaba de sobremanera