A partir de ahora olvídate de tus temores y al igual que eres valiente para no preocupar a los demás, sé valiente para sincerarte contigo y descubrir en qué punto estás.
Mírate al espejo y date el amor que tantas veces se te olvida darte para recuperar tu bella autenticidad, esa que echaste a un lado por el bien de los demás. No tengas miedo. Lo más grave que puedes descubrir es a uno desconocido frente a ti.
Sabe te será de gran ayuda perdonar tus errores, las veces que no supiste hacerlo bien y otras tantas que ni siquiera sabías cómo hacerlo. Nadie nace sabiendo. Tus equivocaciones forman parte de tu aprendizaje.
Seguro que detrás de cada una de ellas ha habido un avance. Lo que sucede es que no te has dado cuenta. Lo mínimo que puedes aprender es que esa forma de hacer las cosas no es válida y ¿a quién no le gusta descartar opciones?, pero aprender de tu errores será más constructivo y reparador para ti. Créeme.