El destino había unido a James y Amelie pero ahora quienes se deberían ocupar de unirlos eran ellas. Bárbara fue la primera en poner manos a la obra y hablo con James para aclarar la situación de una vez por todas.
-Yo no podía seguir así, vos estas muy aferrado a ella- dijo Bárbara.
-No se que decir- confesó James.
-Solo decí lo que sentís.
-Siento que Amy se fue por mi culpa y soy un estupido por dejarla ir. Me confundí mucho con vos, creí que era lo mejor, perdón.
-¡¿Perdón?! James, no se cómo explicarte esto pero todo fue culpa mía.
-¿Qué? ¿Qué estas queriendo decir?- James estaba totalmente desconcertado.
-Si, todo fue mi culpa, yo confundí las cosas apropósito para que Amelie sufriera. Se que no alcanzan las disculpas, pero todo tiene una explicación.
-Estas loca! Amelie tenía razón no tenía aue estar cerca tuyo.
-Perdóname James, escúchame por favor, déjame que te explique- dijo Bárbara llorando.
-¿Qué vas a explicar? Que sos una falsa, una mentirosa, lo peor es que yo te creí y ahora me doy cuenta que soy un verdadero idiota. Dejame solo- dijo James abriéndole la puerta de su casa.
Ahora la persona que debería hablar con James, para hacerle entender de una vez por todas que él y Amelie tenían que volver, era Rebecca.
Al llegar a la casa de James, Rebecca encontró la puerta semiabierta. Entonces entró y lo llamo varias veces pero nadie contestaba. Sin saber que hacer comenzó a revisar el apartamento. Cuando salió al balcón encontró a James llorando en un rincón sentado en el suelo mientras se agarraba la cabeza. Jamas lo habia visto en aquel estado. Totalmente destrozado por dentro y por fuera.
-¡James! ¿Qué te paso?- dijo Rebecca tratando de tranquilizarlo.
-La perdí, nunca me voy a perdonar lo ciego que fui.
-James vos no la perdiste, ella estaba sufriendo demasiado. Por eso se fue, porque no puede vivir sin vos. Te necesita.
-Ya es tarde perdí mi oportunidad, a esta altura debe estar odiándome o mucho peor amando a otro...
-Amelie no puede amar otra persona que no seas vos. No tenes que pensar negativo. La vida siempre te ofrece una segunda oportunidad y se llama mañana. Te voy a demostrar que estas equivocado, la voy a llamar.
-No, no quiero hablar así con ella, no la llames.
-Para James! No iba a dejar que le hables en este estado solo quería demostrarte cómo se siente, ¿Qué pasa?
-Nada solo es que no quiero…
-¿Tenes miedo? James jamás permitas que tus miedos ocupen el lugar de tus sueños.Vas a ver que tengo razón, Amy está igual de triste.
Llamada Telefónica.
-¿Hola?- dijo Amelie con voz ronca.
-Amy, soy yo, Rebecca, ¿Cómo estás?
-¡Rebecca!, que sorpresa. Estoy re bien, mi familia me dio todas las comodidades. Estoy viviendo en un departamento, que me consiguieron unos amigos, en Recoleta.
-¡Que bueno! Aca te extrañamos mucho.
-Si, yo también los extraño. A vos a Harry...
-¿Y a James?
-¿Por qué debería extrañarlo? No le importo más, ni siquiera tuvo el valor de despedirse de mí. Mis papás tenían razón nunca tendría que haberme ido a Londres, fue una pérdida de tiempo. Ahora discúlpame pero es tarde y me voy a dormir, cuando pueda hablamos de todo.
Fin de llamada telefónica.
-Perdón James, no quería lastimarte más de lo que estas. No puedo creerlo, pensé que iba a reaccionar diferente.
-Esta totalmente equivocada, yo nunca quise hacerle daño, la única manera de saber si tengo una oportunidad es haciendo que sepa la verdad. La vida siempre tiene una segunda oportunidad para todos y pone todo como debe estar.
-Pero, ¿Cómo vamos a hacerlo? Si ni siquiera quiere escuchar tu nombre.
-Me va a tener que escuchar, le guste o no.
-¿Qué?
-Voy a recuperarla.
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La fuerza del Destino (Novela corta)
RomanceUna de las primeras novelas que escribi, habla sobre las vueltas de la vida y, claramente, el destino, el amor y más. Sumergete en esta corta historia y descubre las emociones de James y Amy. Facil de leer y comprender. Todos los derechos reservados...