Summer Love 1 ~H.S.~ (TERMINADA)

Ep. 11

-Gracias. -Murmuro.

-¿Por qué? -Harry me aprieta contra él.

Se ha tumbado en la cama y me ha acurrucado sobre su pecho, mientras pasa su brazo por debajo de mi, y me acaricia la espalda.

-Por escucharme, supongo. Por no forzarme a nada y no juzgarme a mí.

-Da igual lo que te dijeran, no fue tu culpa, Key.

Me quedo en silencio unos segundos antes de hablar.

-Te mentí. -Le digo en un susurro. -Te dije que nadie me había llamado nunca así, pero no es cierto. Abbie lo hacía, pero ya no puede.

-¿A qué te refieres? -Noto el temor en su voz.

Suspiro cansada.

-No tengo fuerzas para eso hoy.

Asiente, comprendiendo en el momento que es algo duro para mí tratar dos temas delicados de mi vida en menos de una hora.

Me incorporo, separando mi cuerpo del suyo y sé que él hace lo mismo, esperando a ver qué hago yo.

-Creo que... debo irme. -Digo con un hilo de voz. -Pronto amanecerá.

-No tienes que irte. Mi invitación sigue en pie.

Le miro enternecida. Después de todo, sigue queriendo que me quede.

-¿De verdad no te molesta?

-Claro que no. -Se levanta y sale a la sala para volver a entrar con mi maletero. -Ten, ponte cómoda.

Me da un beso en la mejilla y sale a la terraza.

Sonrío para mí, mientras miro por donde ha salido. Rebusco en la mochila hasta encontrar el pijama que decidí traer y doy gracias a que es nuevo. Se compone de un pantalón corto azul marino y una camiseta con mangas del mismo color, pero blanca en el centro donde pone "More love stories".
Entro en el baño y me cambio. Me miro en el espejo y me lavo la cara al verme los ojos rojos, e intento peinarme como puedo el pelo.

Al salir, dejo mi ropa bien doblada sobre mi maleta, y veo que aún no ha entrado.

Camino hasta la puerta y me recargo en el marco, mirándole la espalda, la cual está desnuda ante el aire fresco.

-Vas a coger frío. -Se da la vuelta y me mira. Noto que observa mi pijama, pero me aparto de la puerta. -¿Pasas?

Entra unos segundos después de mí.

-Deberías dormir un poco, está apunto de amanecer. -Me dice mientras me empuja suavemente hasta la cama. -Acuéstate, yo solo necesito una manta.

Me obliga a sentarme en el borde de la cama pero, cuando se da la vuelta para marcharse, le detengo.

-Yo puedo dormir allí.

No me parece bien echarle de su cama.

-Desde luego que no. Eres mi invitada.

-Entonces... -Me muerdo los labios, nerviosa, antes de atreverme a hablar. -Podrías quedarte aquí, conmigo. -Veo su mirada confusa. -Hay espacio suficiente y seguro que es más cómodo.

No quiero que me malinterprete, pero deseo seguir sintiéndole cerca.

Tras hablar un rato sobre ello, acepta y se tumba en el otro lado de la cama. Ambos estamos acostados, mirándonos a los ojos por la tenue luz que entra por la ventana.
Siento la tranquilidad recorrerme poco a poco, hasta llegar a un estado de paz que me permite descansar esta noche.

***

Siento calor.

Mi mente empieza a despejarse y mis ojos quieren abrirse pero les cuesta una eternidad.