~2014~
Hace más de dos meses que Seungmin no entra en la habitación de Jeongin.
En realidad, hace más de una semana que no se ven.
Eso no había pasado nunca.
Jeongin se tapa con las sábanas sintiendo un nudo en el estómago. Seungmin se ha vuelto más cercano a sus amigos de clase. Lleva dos años estando con ellos en el instituto, pero hasta ahora, el mayor no les había prestado mucha atención. Tenía a Jeongin y eso era suficiente.
Ahora, sin embargo, parece que algo ha cambiado. Y Jeongin no sabe cómo solucionarlo.
Se asoma a la ventana y ve que las luces de la habitación del mayor siguen encendidas. Quizá está estudiando o tumbado en la cama...
No se para a pensarlo cuando sale por la ventana y se sujeta del árbol. Los pies se le resbalan con demasiada facilidad y casi no tiene fuerza en los brazos, así que a duras penas llega a la ventana del contrario. Por suerte está abierta, así que se agarra con todas sus fuerzas y entra, cayéndose al suelo.
Seungmin está en la cama con el teléfono pegado a la oreja y una sonrisita dibujada en los labios, pero cuando escucha el impacto, se incorpora y se da la vuelta.
—¿Jeongin? ¿Se puede saber qué haces?
El pequeño se ha hecho una herida al rozarse con el tronco del árbol, y está cansado por el esfuerzo. No puede comprender cómo Seungmin hace eso con tanta facilidad.
—Yo... eh... Quería verte...
Seungmin cuelga el teléfono y se acerca para ayudarle a levantarse.
—¿Te has hecho daño?
—Un poco, pero no importa. Quería verte —repite.
—Sí, lo siento, he estado un poco... ocupado.
Jeongin asiente. Sabe que ha estado pasando todo el tiempo con los de su clase, estudiando y divirtiéndose, y que por tanto su amigo de la infancia ha quedado relegado. Seungmin es consciente de que Jeongin siempre estará ahí, porque tampoco tiene muchos más amigos con los que salir y porque no importa cuántos tenga, siempre sacará el tiempo para estar con él.
Pero Seungmin parece ser totalmente diferente.
—No pasa nada. Me iré en seguida, no debería haber irrumpido aquí así.
—No, no, no te preocupes.
Jeongin se remueve con algo de incomodidad. No ha sido muy buena idea entrar sin avisar, interrumpiendo lo que el mayor estuviera haciendo y sin nada realmente relevante que decirle. Seungmin, por su parte, le observa con curiosidad.
—¿Estás durmiendo bien?
—Sí, hyung.
—Tienes ojeras.
—Me acuesto tarde a veces.
No va a admitir que se va a la cama en la madrugada porque pasa horas esperando a que él aparezca.
—¿Mirando a los aviones?
No tiene muy claro si se está riendo de él, pero prefiere pensar que no es así.
—Ya no... ya no los miro.
—¿Por qué?
—He perdido la esperanza.
Seungmin entreabre los labios.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Me he pasado toda la vida pidiendo el mismo deseo. Pero no sirve para nada, hyung, solo era una tontería de un niño.
—Sigues siendo un niño.
Vale. Ahí está.
Jeongin no va a fingir que no le ha herido.

ESTÁS LEYENDO
Airplanes [SeungIn]
Fiksi Penggemar¿Se estrella el avión porque lleva demasiados deseos?