•El Homofóbico Y El Transexual• [RusMex]

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-Weona, ¿que le dijiste al quliao de Canadá que se le veía re incomodo?- preguntó con curiosidad uno de mis hermanos, para ser más especifica, fue Chile. Obvio que era el Chilito pus ya lo conocen ¿no? su forma de hablar es única en su especie.

-Algo sobre una idea que se me ocurrió hace ya un tiempo, wey, nada importante- dije encogiéndome de hombros restando le importancia a la pregunta.

-¿Y que es, boluda?- preguntó esta vez el chismoso de Argentina que venia atrás de nosotros.

-Nada que les importe, vergas, no estén ching- en eso sentí una mano en mi hombro que hizo que me sobresaltara soltando un pequeño grito.

-Привет мексика (Hola México)- me voltee rápido al escuchar el dueño de esa voz tan sexy y no era nada más y nada menos que el farol de luz de Rusia.

-Kiubo pinchi Tripas, ¿qué te ondas?, ¿qué te cuentas?- sonreí mientras recorría el cuerpo de Dios griego del Ruso hasta llegar a su carita. Este solo me sonrió avergonzado.

-A-ah, bueno, estoy bien, b-bueno, solo quería, ya sabes, invitarte, jaja perdón, primero que nada ¿Cómo estas?- dijo todo nervioso cosa que me dio gracia pero nomás no quería reír pa' no verme grosera.

-Jeje, estoy bien mi Tripaloski y me alegra saber que lo estés y sobre lo de invitarme, bueno acepto. ¿A donde me llevaras esta vez?- dije sonriendo le y en eso empece a escuchar algunos cuchicheos tras mío.

-¡Oh genial!, ¿te parece ir al cine o al parque? o ¿prefieres ir a comer a un lado?- se veía adorable Rusia cuando trata de llevarme aun lado para pasar el rato entre amigos, casi puedo decir que parece estar enamorado de mi, pero vamos, ¿yo? ¿ser pareja de este sexy Dios? es una buena broma, a él lo veo como un hijo o un hermano.

-Vayamos a comer, tengo antojo de unos taquitos al pastor, con sal, chile y limón- dije sobando mi gran panza de gordura y no embarazo.

-Bien- sonrió y luego miro atrás mio -oh, Chile, Argentina, no los había visto, lo siento- dijo saludando con una mano y ahora con su sonrisa de avergonzado, tan lindo el rascacielos este. 

-Vaya, hasta que te das cuenta che', el que seamos chiquitos no significa que no nos veas, ¿o si?- dijo Argentino con las manos en la cintura y con algo de enojo porque el Rusky no los saludo antes.

-Aweonao , ¿que no estai viendo que es un tremendo poste con patas?- el chilito le pego un zape en la cabeza al wey de Arge.

 -Ya weyes, dejen de estar chingando- ahora fui yo quien les pego en la cabeza y agarre al Rusia del brazo alejándolo de esos dos para irnos a comer -vamos tesoro, ¡no te juntes con esta chusma!-