Sus dedos tocaron mi aura
Los colores brillantes en el cielo cayeron como llovizna sobre sus cabellos
Arañé la melodía estelar
Crucé el paraíso y el infierno.
Los Alelís florecieron
Estallaron bombas nucleares en el desierto
Descargando burbujas hidratantes de añiles profundos.
Caímos en el suelo
Como dos locos buscando la piel del otro
La alfombra raspó mi espalda
El sonido de su corazón sondeaba mis oídos
La brisa de su respirar era sublime.
¿Qué importa?
¿Importa si fui feliz?
¿Importa si me hizo daño?
¿Importan las sensaciones?
¿Importan los recuerdos del pasado?
«Reconocería el amor dónde fuera.
Éso no era amor, cariño.
El amor dura más que el éxtasis
El amor dura más que en el psiquis
El amor dura en el tiempo y el espacio
El amor cruza las fronteras que nos limitan como humanos.
Lo tuyo no era amor.»
Me volví egoísta
Porque dijo que era mío
Me volví dependiente
Porque dijo que no estaba sola
Me volví triste
Porque dijo que me haría felíz
Me volví soñadora
Porque dijo que lo lograríamos todo juntos
Me volví
Porque junto a él era más de lo que soy ahora.
No me arrepiento de conocerlo
Me arrepiento de haberme permitido amar tanto
Me arrepiento de no frenar el sentimiento
Porque éste mismo sentimiento
Ahora...
Ahora me está matando.
Podría susurrarle a su alma:
«Mírame»
«Aquí estoy, soy yo, ¿No me reconoces?»
Y él no se voltearía ni por un instante
Porque está cegada por lo tangible.
El éxtasis fue momentáneo.
«Amigo, ¿qué tan dañado estás?
¿Qué tan dañada me haz dejado?
¿Haz pensado realmente que todo es efímero?
Menos el amor verdadero...
Tú olvidaste lo que viniste a enseñarme
Haz olvidado
Porque te quedaste impregnado del mundo tangible.»
«¿Y qué te ha dado?
¿Puedes comprar con tu dinero un beso verdadero?
¿Puedes comprar una mirada enamorada?
¿Puedes comprar a quién te enseñe a volar mientras estás en el charco nauseabundo de tu empleo?»
Le dije:
«No dejaré de luchar, porque eres el amor de mi vida, y éso... Éso no se encuentra a la vuelta de la esquina»
Me dijo:
«Basta.»
Seré la soñadora innata.
Seré una infanta llorando por el caramelo que vio en sus sueños
Seré la artista que pinta con los colores de la música
Seré la florista que jamás corte sus preciadas flores... porque no quiere verlas sufrir.
Seré lo imposible.
Seré lo improbable.
Seré lo que no puedo ser, porque me cansé de ser lo que no soy.
Y sentiré éxtasis en mi fracaso.
Porque siendo un fracaso soy más felíz que siendo un éxito y en éso, en éso él y yo nunca concordamos.
