Arcoiris lunar
Me extingues en fuego nocturno
Eres mi poesía
Yo tu poetisa,
Tus ojos aún brillan
En auroras boreales incandescentes.
Tu mirada desde las alturas intimida,
Florezco en invierno,
Como el romance que compartimos,
Algún día
En alguna realidad,
En el universo donde permanece mi felicidad,
Aquí no ha sido devuelta.
Luciérnaga nunca te apagues,
Dame tu seguridad en la noche eterna,
Me quitaste el miedo,
Me sentí valiente a tu lado,
Cuchillo, espada,
Pistola y mazo,
Mazo de naipes en la torre que te construí.
Soy arquitecto de torres de dominó,
Soy ingeniero de ferrocarriles que llevan al mundo que tu imaginación no pudo construir,
Soy el cristal de agua creado de mis propias lágrimas,
Y desde allí te miro,
A tí en tu trono,
Que forjaste de encanto varonil.
Sujeta mi mano que te caes,
Me caeré contigo como una oveja,
Una oveja ciega y torpe,
Una oveja sorda y estúpida,
Una oveja de los colores que tienen tus venas.
A ti te recorro mi amor,
En luna creciente,
Y pido un deseo a los dioses del imperio de los mil sueños que no se cumplen,
Eras mi barco en alta mar,
Aquél en el que naufragar se sentía bien,
Y sentía la necesidad de perderme en él.
Dónde estás estrellita de mi vida?
Te busco en el inmenso cielo que no acaba,
Te he perdido mi amor porque te dejé de mirar por unos minutos,
Y me dormí en un sueño navegante en nubes cargadas de silencio.
Deja de cabalgar lejos de mis brazos,
Necesito acariciarte y hacerte mío,
Déjame hacerte feliz bajo el infinito
Déjame que te cuente la historia que nunca tiene final,
Te cantaré tu canción favorita,
Te arrullaré cerca del río de los misterios,
Pescaré mil promesas y las haré cumplir,
Sólo para ti
Para verte sonreír.
Así es,
Ésa sonrisa es preciosa,
La envidia de la luna creciente se hace notar,
Porque no haz dejado de embellecer la noche.
Oh como te amo,
Pero eres cruel como una ola del mar,
Eres escandaloso como un trueno en medio del desierto,
Altivo como el sol sobre su altar de celestes profundos.
Oh como te amo,
Y no soportas éste amor tan absurdo,
Desde tu pináculo te asqueas de ésta esclava que ya fue tuya,
De ésta esclava que se somete,
De ésta esclava que se entrega en cuerpo y alma como un juguete.
Oh mi amor,
En luna creciente,
Me derrito en el vacío que dejó tu ego,
Estoy tan abajo,
En el valle del desencanto,
Que se hundió en medio del océano como la Atlántida,
Estás pilotando en tu nave,
Saludame desde tus alturas
Oh mi señor glorioso.
No es gracioso?
Pasé de ser tu diosa
A tu súbdita,
Pasé de ser tu reina y tu musa,
A ser tu esclava y tu basura,
De ser la amante y amada,
A ser absolutamente nada.
Allí te veo galopar en los luceros,
Luna creciente eres,
Me someto a tus placeres,
Pero no soy escuchada en mi petición,
Guarda mis esperanzas,
Estrellita,
Serás mi salvación.
