Me estremezco entre sus brazos,
Me diluyo en las atenciones de sus labios,
Me encandilo en su mirada enamorada,
En sus manos desesperadas,
En sus gemidos constantes de gozo y placer.Y no soy feliz...
Su aroma no me recuerda al tuyo,
Su voz no se parece a la tuya,
Sus manos no se sienten como las tuyas,
Sus besos no saben a los tuyos.Llorar al acabar no me distrae de tu recuerdo,
No alivia mis sentimientos,
No calma mi necesidad de ti,
Sólo me distrae de momento.Alucino con tu espalda,
Con el olor de tus cabellos,
Con el roce de tus manos,
Con la humedad de tu lengua.Me enredo con él en danzas de Jazz,
Pero quisiera envolverme en tu balada,
En tus pausas de pasos de a cuatro,
En tus tiernas y dulces notas de flauta.Él es batería y tu eres arpa,
Él es un toro y tú un pez de aguas dulces,
Él es terremoto y tú eres brisa marina,
Él un rayo anaranjado y tú una onda sonora púrpura.La hora envejece entre los brazos de quien me ama,
Y se hace nada en la nada de tu desprecio,
Te pienso entre lágrimas mientras hago mi acto artístico sobre su cuerpo,
Me escondo bajo las cortinas de su escenario mientras pienso en tu disfraz de chico aterrado.Eres el héroe de ésta obra,
El gran ganador de los tesoros que se escondieron en el lecho marino,
El protagonista de mi vida,
De la vida de la luciérnaga perdída,
Aquella que se ha perdido porque perdió su luz,
Perdió su brillo,
Perdió su propósito.Me pregunto si a él le molesta que te siga amando?
Me pregunto qué sentirá él cuando de tí le hablo?
Él me escucha mientras por tí lloro
Por ti pataleo,
Por ti me exalto,
Por ti me enojo,
Por ti caigo entre sus brazos.