La historia comienza
La historia tiene un desenlace
La historia tiene un climax
Pero su final no ha llegado.
No comienza como todas
Comienza con otras dos historias por separado
Historias únicas
Historias que no se han contado,
Ambas historias se unieron en un punto,
Se entrelazaron,
Se enredaron,
Se fusionaron.
Perdón si cuento ésta historia,
Es digna de ser contada,
Se trata de una chica loca,
Y un rey sin alma.
La chica vagó por las calles
La chica se deshizo en las calles
La chica se desplomó en oscuridad
Y acabó por reconstruirse.
Conoció a un joven hermoso,
Que le hizo un castillo de nubes azules,
Caminos de galaxias supremas,
Le enseñó la magia de la vida,
Y pintó con crayones una sonrisa en aquél rostro deprimido.
Ella alucinó de tanto amor,
Se trastornó de tanta admiración,
Enloqueció,
Y juró lealtad a su rey,
Le entregó lo poco que tenía,
Y creyó que le hacía felíz.
Pero lo que la chica loca no sabía
Era que su rey no tenía alma,
Él no quería sentirse solo,
Y cuando dejó de sentir aquella soledad,
Deshizo castillos,
Deshizo caminos,
Deshizo lo que había pintado con crayones.
Crayones azules,
Crayones morados,
Sutiles son los hilos que conectaron los destinos,
De dos historias que se tejieron,
Como una fina red
Y se tiñeron de añiles.
Carmesí se tornó el cielo
En su trono,
El rey sin alma recobra el amor de su chica loca,
Una y otra vez,
Para mirar desde arriba cómo se hunde en las tinieblas,
Tinieblas de aguas negras,
Tan negras como aquél corazón de él.
Su palpitar suena hueco como un madero mordido de polillas,
Pero destaca en una dulce sonrisa,
Que desacierto el de la locura,
Que es ciega como el amor.
Cuándo fue que perdió su alma el rey?
Cuándo fue que la chica se volvió loca?
Las flores en el desierto ya no florecen,
El hielo en el Ártico ya no crece,
El cielo en llamas ha permanecido,
Mientras el rey sin alma se ha dormido,
Entre sus nubes azules,
Entre sus caminos de galaxias supremas.
No es el fin.
