Día 15

55 8 4
                                    

Nuestros padres ya no están, pero yo sigo aquí.
Siempre estaré aquí, incluso si peleamos.
Nunca olvides cuánto te amo...
Nunca olvides que daría mi vida por ti.

Aún si no sé expresarlo...
Aún si tú y yo no nos comprendemos.
Tienes que saber, que te adoro con el corazón.

Y lo siento...

Yo realmente...

Lamento nunca habértelo dicho.

—Cassie es siempre tan temperamental... —Yadiel soltó una pequeña risa, frágil y apenas perceptible

—Perdí a alguien —dije e inmediatamente me miró

No cómo de costumbre, no cómo algo normal...
Sino miedo.

—Eso fue lo que me dijo Chloe...

Se mantuvo en silencio, pero noté que sus pupilas brincoteaban nerviosas, muy apenas perceptibles pero que evidenciaban cierto nerviosismo y tensión. Incluso en manos contraídas dentro de los bolsillos. Él no se daba cuenta, pero ya me había percatado de que siempre que la ansiedad lo dominaba, tendía a morderse ligeramente el labio inferior. Y parecía, como de costumbre, buscar respuestas aleatorias dentro de su cerebro para desviar mis preguntas.

Se echó a reír.

Ya había encontrado esa respuesta.

—¿Alguien? ¿O algo? Chloe siempre exagera las cosas

De nuevo sentí lava ardiente en mi pecho, la frustración de nunca comprender nada tras ese semblante que quería ocultar todo. La tristeza e impotencia que siempre quería mantener guardada bajo una sonrisa divertida. Me dolía, de verdad me dolía ver sus ojos decaídos y sus pestañas caer mientras reía. Sentí que ningún otro dolor podría comparársele al que me hacía sentir siempre.

—¿Qué ocultas? —dije en un hilo de voz y su sonrisa quedó pausada. —peleaste con tu hermana y huiste de tu hogar. Sé honesto conmigo Yadiel, ¿Por qué no puedes hacerle cara a Cassie sabiendo lo mucho que sufre por ti? Insistes en proteger mi felicidad, la pones por encima de todo, incluso por la tuya y la de Cassie

—Eso no es verdad... yo-

—Responde Yadiel, ¿Por qué lloras cuando crees que no puedo verte? ¿Por qué cuidas más de mi que de ti? Cuando vi a Cassie... no vi a una persona, sino a un cadáver que lentamente se descomponía. Ella me culpó de algo, dijo que nunca me perdonaría, sé sincero conmigo, ¿hice algo para que ella me odiara de tal forma? O mejor dicho, ¿Es por mí que tiene esa actitud hostil?

—No —respondió con dureza, apartándose del faro. —tu no-

—Sabes cuán difícil es para mi adaptarme a esto Yadiel —respondí con la voz entrecortada, mis pupilas de nuevo comenzaban a arder. —sabes lo duro que es avanzar día a día sin recordar nada de lo que fui, la impotencia por abrazar a los míos y decirles que todo estará bien incluso cuando yo sé que no es así. Ellos prevalecen conmigo y ni siquiera por eso puedo ser totalmente honesta, ¡Estoy frustrada!

—Bridget —sus ojos se afligieron. —no, no es culpa tuya, nada de lo que ha ocurrido en el pasado es culpa tuya... por favor deja de decir eso, ¡Deja de decirlo!

—¿Y cómo podría Yadiel? Cada vez que intento acercarme tú te alejas, pareciera que quieres evitarme más penas, pero lo único que produces en mí es incertidumbre, dime ¿cómo esperas que avance sin saber lo que fui? Sin saber por lo que se me acusa y jamás seré perdonada, ¿Qué cometí real-

35 días contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora