《Porzenov.》
...[Baticueva; a las afuera de Gotham City]
—Nos acaban de dar una paliza y Steppenwolf se llevó la tercera caja. —Lanzando una silla contra la pared del almacén, Arthur expresa su enfado y frustración. ¡Él sabía que nada de eso funcionaria!Superman sólo había despertado para darles una paliza y luego desaparecer. Sinceramente creyó que los mataría a todos, sobre todo al estúpido de Bruce, pero la aparición de la mujer les salvó el trasero a todos.
—Pues iremos a buscarlas. —dice Diana con toda la seguridad y fuerza que siempre la acompaña. A veces Arthur envidia eso de ella, la forma tan positiva de ver las cosas y esperar sólo lo mejor. —Si las cajas están cercas unas de otras, va a haber un tipo de pico de energía. —razona.
—Steppenwolf las mantendrá en un lugar lejano. Sin Internet, sin cobertura de satélite. —Victor también comienza a analizar la situación.
—Eso lo limita. —supone Barry.
—¿Entonces no podremos encontrarlas? O quizás no quieres hacerlo. —menciona Arthur mirando a Victor con desconfianza. No es un secreto que el atlante desconfíe del chico, quien fue ensamblado por la misma caja madre. Podría tener una conexión con ella, tal vez ser controlado por Steppenwolf.
Ante el comentario, el sistema de defensa de Victor se enciende, causando una acalorada discusión entre él y el atlante con imagen de estrella de rock retirada.
—¿Es un mal momento para hablar sobre el azúcar en mi sangre? —les interrumpe Barry, evitando que la discusión pase a pelea. —Tengo mucha hambre.
—Victor, puedes encontrar las cajas. Tienes la misma energía que ellos. Sé que es de temer, pero si te hundes, te prometo que te traeremos de vuelta. —se acerca Diana, apoyando una mano en el hombro del chico, intentando trasmitir su sinceridad y apoyo.
—Sólo mantén alejado al sireno mientras trabajo. —se relaja y accede el chico mitad robot, confiando plenamente en la mujer a su lado.
—Barry, busca a Alfred en la despensa y luego vuelve aquí y entra en línea. Todo el mundo revisará el trabajo del otro. —ordena el multimillonario, saliendo del almacén para subir a una de las habitación de la casa. Tiene demasiado cosas por pensar, además de que su hombro le está doliendo demasiado, esta seguro de que esta dislocado luego de su encuentro con Clark.
[...]
—Espera, permiteme. —le sorprende Diana.
Bruce había escapado un segundo para revisar sus heridas. A diferencia del resto, él sólo era un simple hombre sin poderes. Sentándose en uno de sus caros muebles, intenta colocar su hombro en su lugar, pero entonces Prince apareció.
—Sólo está un poco fuera de lugar. —sin embargo la mujer toma su brazo. —Así que... Clark compartió tu opinión sobre que le despertarán.
—Él podría haberte matado. —recuerda Diana sus palabras.
—Estaba dispuesto a hacer el canje. —Bruce no titubea.
—Y a traer a Lois Lane y a Richard.
—¿Recuerdas lo que me dijiste de las emociones? ¿Creíste que no te estaba escuchando? —con un brusco movimiento que hace saltar al hombre por el dolor, la mujer maravilla coloca su hombro en su lugar. —Gracias.
—¿Por qué Richard? —pregunta Diana cruzando sus brazos.
Bruce suspira mientras se levantaba. —Sabes por qué. —menciona sin querer ver a la mujer.
—¿Por qué? —claro que Diana lo sospechó desde que vio a Lois con Richard, pero quiere que Bruce lo diga.
—No sabía si recordaría a Lois o si funcionaria, pero sé que aún siendo un zombie no lastimaría a un niño. No es una amenaza.
—Sabes mentir mejor que esto, Bruce. —Wayne se ríe sin ánimos, derrotado, realmente está cansado. —Ya lo sabes.
—¿Por qué nunca me lo dijiste?
—No lo vi necesario.
—Es su hijo. —suelta la mujer como si Bruce hubiera cometido algún crimen realmente horrible. —Nunca le dijiste. —ella sabe.
—No lo vi necesario. —repite el hombre sus palabras. —Pero ahora ya lo sabe. —deduce, después de todo, fue demasiado cobarde y le pidió ayuda a Lois para que hiciera el trabajo por él, de presentar a Richard con Clark.
—Eres.. —Diana lo piensa y se muerde la lengua.
—Lo sé. —dice Bruce, sabiendo todo lo que la mujer quisiera decirle. —Pero ahora está vivo, sabe de Richard y luego de ayudarnos, podrá vivir su vida nuevamente como él quiera.
—Tienes un hijo con Clark.
—No estoy menos sorprendido que tu.
—¿Cómo? —la mirada del multimillonario le hace sonroja. —¡No me refería a eso!
Bruce se burló un poco, sabía a que se refería la mujer, simplemente no tenia ánimos para contar una vez más la historia de cómo.
—No importa ahora. Primero el mundo, luego mi vida personal. —volviendo a sentarse, Wayne no puede evitar una mueca de dolor.
—Sabes que no puedes hacer esto para siempre. —decide Diana cambiar el tema, respeta la privacidad de la vida amorosa o no... o lo que haya sido de Bruce. Por lo menos por ahora.
—Apenas puedo hacerlo ahora. —menciona sobre el trabajo de ser héroe. —Pero Steppenwolf. Es el trabajo ahora.
—Es mi trabajo y yo no lo he hecho, ni he reaccionado, no he liderado. Lo que dijiste de Steve...
—No era mi incumbencia. Lo siento.
—Me presionabas a liderar al equipo. Pero los líderes matan a las personas. Luche... siempre... cuando más me necesitaron. Pero liderar, llegar en la línea de enfrente y decir a la gente: ¿Esto valdrá tu vida? Cuando es tu culpa... todos son como Steve Trevor. —se desahoga la amazona.
—Si sobrevivimos esta noche... podrás estar en las sombras para siempre. No voy a objetar. —promete Bruce, entendiendo el conflicto que sufre Diana.
—Si sobrevivimos esta noche.
[...]
—¿Steppenwolf, esta allí? —señala Diana llena de esperanza.
—Es Porzenov. El norte de Rusia. —informa Victor.
—La central nuclear. Sufrió un derretimiento hace 30 años. —agrega Bruce.
—Algunas personas se estaban mudando de vuelta cerca, pero parece que no es nada fácil. ¿Quien elige lugares así para vivir? —pregunta Barry.
—Personas que no tienen más opciones. —Y Arthur es quien le responde. —¿Cuanto tiempo tenemos?
—Algunas horas. —analiza Victor con rapidez.
—El transportador no vuela tan rápido. —menciona Bruce, pero antes de pensar en algún segundo plan, Victor agrega:
—Conmigo volará.
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Liga de la Justicia. [superbat]
أدب الهواةSuperman está muerto. Las consecuencias por su pérdida no se hacen esperar y el mundo vuelve a caer en una nueva era criminal. Sin un dios que los salve, las ratas en las alcantarillas se aprovechan de la vulnerabilidad y fragilidad de las personas...