Taehyung siempre pensó que no había mayor estupidez que tatuarse el nombre de su pareja. Y lo había hecho.
Por lo tanto llegar al departamento de Yoongi besuquandose como 2 adolescentes hormonales no sonaba tan estúpido como debería hacerlo.
Se suponía que saldría a comer en un lugar tranquilo, tomarían unas cervezas aunque no sean de su agrado y cuando llegara el momento indicado le contaría la verdad.
Pero no, nada de eso había pasado. Yoongi lo había llevado al mismo bar en el que se conocieron, sin siquiera saberlo, y habían tomado 1 botella de Ron. Habían bailado muy pegados, tanto que podía oír los latidos del corazón del contrario. Era como revivir el primer encuentro, sólo que esta vez sin fingir ser otra persona.
Yoongi le había invitado a seguir bebiendo en su departamento con la excusa de que debía manejar, así que sonaba bien emborracharse en su casa y después dormir hasta que la resaca acabara con ellos.
Sólo que en el camino de vuelta, exactamente mientras subían por el ascensor, Yoongi sin previo aviso lo había tomado de la nuca para atrapar sus labios entre los suyo. Después de salir del trance al que había entrado, enrollo sus brazos sobre los hombros del mayor y siguió el apasionado beso.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron, el pelinegro había bajado sus manos al trasero del rubio alzandolo para que abrazara su cintura con sus esbeltas piernas. Yoongi parecía conocer a la perfección el camino, sin cortar el húmedo beso, logró abrir la puerta correcta y volver a cerrarla de una patada, estampando al menor contra esta una vez dentro.
La mente de ambos se habían nublado completamente, quizás el alcohol o tal vez la increíble tensión sexual que había entre ambos los había llevado al extremo de arrancarse la ropa uno al otro, mientras entre besos y manoseos llegaban a la habitación del mayor.
Se escuchaban los jadeos y respiraciones agitadas, la fricción de ambos cuerpos se sentía caliente y necesitado. Sus miembros duros empezaban a gotear el pre-semen para cuando la espalda desnuda de Taehyung tocó las sábanas de algodón color azul.
Yoongi se posicionó entre las piernas del menor apoyándose en sus codos, pegando sus abdominales iniciando un delicioso meneo presionando ambas erecciones entre sus cuerpos.
El sudor no tardó en hacer acto de presencia haciendo que los mechones rubios de Taehyung se pegaran a su frente mientras el pelinegro recorría su mandíbula, cuello y hombro con besos húmedos, al tiempo en que llevaba tres dedos de su mano derecha a la boca del menor. Los cuales enseguida estuvieron chorreantes de saliva.
Bajando sus besos y chupeteos llegó a uno de los pequeños y rosados pezones de Taehyung, se sentía extraño, porque era un hombre y no una mujer de grandes senos. Pero aún así su pene parecía reaccionar de maravilla. Llevo sus dedos lubricados con saliva a la pequeña entrada del rubio adentrando sin más el primero.
Un sonoro gemido escapó de la boca del menor, había dolido un poco. Pero fue acostumbrándose a él, relajando su cuerpo para recibir al segundo dedo de Yoongi, quien empezó a hacer movimientos de tijeras para dilatar más rapido su ano. Al tercer dedo, Taehyung se retorcía del placer soltando maldiciones por lo bien que se sentía.
El pelinegro retiró sus dígitos, recibiendo una queja por parte del rubio, buscó un condón y un envase de lubricante en su mesa se luz. Se lo colocó y esparcío abundante líquido por su pene ya envuelto.
Volvió a su posición y guió su miembro a la entrada deliciosa de su amigo. Sólo apoyó la cabeza hinchada y brillante en la abertura y tomó ambas manos del menor sujetándolas sobre tu cabeza.
--¡Mirame!-- demandó haciendo presión con su pene.
Cuando la temblorosa mirada del más pequeño y la suya se encontraron, se hundió en ese acogedor y caliente interior de una sola estocada, dejando sin voz y sin aire a Taehyung mientras de sus ojos se escapaban un par de lágrimas.
El mayor con una sonrisa se inclinó para susurrar entre pequeños besos un, --tu puedes con eso pequeña--. Que Taehyung prefirió ignorar tratándose el nudo que se formó en su estómago y las ganas de llorar que repentinamente nacieron.
Los movimientos empezaron siendo suaves acompañado de caricias y cortos besos, --Por fin te tengo entre mis brazos preciosa-- su mente no era capas de reaccionar, estaba cegado por la necesidad de obtener siempre todo ignorando el pene erecto que pedía atención entre sus cuerpos.
--No te dejaré marchar de nuevo. Ahora eres mía-- las retocadas fueron subiendo el ritmo creando un vaivén exquisito. --gime más para mí, mi amor--.
Involuntariamente los gemidos escapaban de entre los labios del rubio, aunque quisiera golpear a Yoongi por pensar en una mujer que seguía siendo el mismo pero no dejaba de ser molesto. La sensación de plenitud no abandonaba su cuerpo.
--Hueles tan bien..., podría volverme adicto a tí-- siguió moviéndose en un ritmo constante por un tiempo más hasta que sintió que estaba a punto de terminar.
Entonces fue más rápido, dando en el punto dulce de Taehyung en cada estocada, haciéndolo perder el sentido, gimiendo aún más fuerte de lo que era posible, arqueando su espalda mientras enterraba su cabeza en la almohada y apretando sus manos con mucha fuerza, sintiendo como su interior se apretaba más y más casi quemándolo. Llevándolo al clímax máximo. Terminando juntos.
Yoongi se sintió muy pesado, el orgasmo que había tenido había sido descomunal. Se acostó al lado de Taehyung respirando pesadamente con una sonrisa boba en sus labios. Mientras Taehyung sentía su vientre empapado de sus propios fluidos, había sido increíble, se volvió a correr sin si quiera tocarse gracias al increíble don de Yoongi de dar en su próstata en cada arremetida.
Si, definitivamente eso tenía que ser un maldito don.
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Esa linda chica... ✎Yoontae
FanfictionYoongi conoce a la chica que parece ser el amor de su vida en un bar al que fue por primera vez. Después de hablar, tomar unos tragos y bailar muy pegados terminan en uno de los cubículos del baño para hombres de dicho bar teniendo sexo. Pero despu...