Oscuridad que busca

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Jamás se recuperaría de lo que acababa de presenciar. Y sabía que no iba a ser el único.

Melías sufría la pérdida de Arha, y sabía que por algún lugar entre todos los gatos se encontraba Nika, que sufriría esa pérdida como nadie.

Nika había sido amiga de la infancia de Arha. Cuando Melías le regalaba una flor, cuando tanto él como Arha tenían alrededor de 7 lunas, se encontraba con que ambas cachorritas estaban juntas. Cada vez que desviaba su mirada a Arha luego de los entrenamientos, se encontraba hablando con Nika.

Siempre sintió un poco de celos por Nika ya que ella podría tratar de conquistar a Arha cuando quedó clara su orientación sexual, pero nunca intentó nada. También quedó clara la orientación sexual de Arha cuando le respondió a una Terin de 15 lunas de edad que su orientación no corría en esa dirección. Melías recordó que ese día deseaba que esa fuera la respuesta de Arha. Sintió bastantes celos cuando Terin le había dicho "Me gustas", algo que él nunca se sintió preparado para hacer.

Empezó a caminar entre todos los gatos, buscando aquel rostro familiar que entendería su dolor. La encontró.

Nika estaba llorando. Melías se paró a su lado. La amiga de la infancia de Arha reposó su cabeza sobre su hombro.

-¿Por qué hizo esto?- la voz de Nika estaba quebrada, y lo que dijo fue solo un susurro audible para ellos dos. Melías la comprendía, y comenzó a llorar él también.

-Ambos sabemos que debió tener una buena razón- le contestó, también en un susurro-. Su ética es inquebrantable.

Hozadia se acercó a ellos. Estaba a punto de decir algo cuando Nika lo interrumpió.

-Quiero estar sola. Daré un paseo por el bosque.

Salió caminando, con la cola entre las patas.

Melías se quedó mirándola hasta que desapareció entre los arbustos.

Emperva on Tsen

Ve Tohen mei riassen

Maher Akthara cantaba mientras ambas caminaban hacia su destino. Hacia el que pronto sería el nuevo hogar de Arha.

Emperva mai Zul

Ve megana ma diú ca envaije

-¿Puedes dejar de cantar por un segundo?- le preguntó Arha, molesta no solo por el hecho de que la voz de esa gata era más hermosa que la suya, sino también porque entendía todo lo que cantaba. Su cerebro escuchaba la palabra y al instante la traducía. Era una linda letra, pero le molestaba estar haciendo eso automáticamente, y no poder frenarlo.

Entraujeava ma mai haurea

Diú ac ve Maher eh va emiyaar

Lyvua on khuc ou mai Arhei

Va megana é wo aqueaió dimyablea

Tomó eso como un no. Pero, a decir verdad, le asustó un poco la mención de la Muerte en la canción. "Arha" significa muerta, y "Arhei" significa Muerte.

Una vieja leyenda dice que existen dos Maheris: Maher Haurea (Madre Tierra) y Maher Arhei.

Ast vajuwer mei qa semiar

Tsé ser ia tsêgus qa ve mehena ôg bertiiar

Eh ast tsé vajuwer megier ia mei qa sneckôg

Ve tohano ôg nikahla

Esta parte de la canción se le hizo rara a Arha, pero no dijo nada. Maher Akthara dejó de cantar.

Tres Deseos 1: Los ElegidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora