La criatura yacía inerte junto a los pies de Moka. Le había partido el cráneo. Ambos miraron el techo, lo golpearon con sus puños, pero era de roca sólida.
Arriba, en la superficie. Los monstruos se habían desplomado en cuanto se oyó el impacto. Los cuatro trataban de cavar, pero era inútil, solo encontraban rocas. ¿Cómo era posible que la tierra se los hubiera tragado? Su tarea se había interrumpido por un sonido, rocas entrechocando a sus espaldas. Un gran agujero se había formado. No podían ver el fondo, estaba oscuro. El cementerio los invitaba a ser enterrados. Allí era en donde continuaba el mapa.
Mientras tanto, Moka arrancó un hasta de la cornamenta, se arrancó una manga, y la enrredó en el cuerno.
--Dispara--. Exigió presentándole el cuerno a Andy.
--¿Perdona?
--Haz lo que hiciste allá arriba, dispara--. Gruñó Moka.
Andy obedeció. Habían creado una antorcha improvisada.
--Dime lo que sepas sobre este lugar. Mientras, hay que encontrar una salida--. Comenzaron a caminar, solo había un sendero.
De vuelta a la superficie, habían decidido adentrarse en el agujero, era obvio que allí arriba no iban a encontrar a Moka y a Andy.
Kurumu fue la primera en descender, le siguió Mizore, luego Yukari y al final Tsukune. Se guardó el rosario de Moka en la bolsa del pantalón, y comenzó. Apenas habían descendido tres metros cuando el suelo se volvió a remover cubriéndolos, Tsukune perdió el agarre y cayó arrastrando a las chicas. Allá arriba, el único vestigio de su visita era una paleta en el suelo.
Golpearon contra el suelo cayendo uno encima del otro. Allí, el único camino lo iluminaban antorchas en las paredes.
--Es un cementerio maldito. Lo que leí es... --Se llevó un dedo a los labios recordando y acomodando sus palabras-- que solía ser un cementerio normal hasta que fue corrompido por espíritus malignos. Cualquier cadáver que enterraban allí volvía a la vida, pero cambiado... poseído por algo maligno.... Y creo que le partiste el cráneo. ¡Eso fue asombroso! ¡Nunca creí ver el poder de un vampiro!
--Dijiste que ya no era la academia Youkai, ¿En dónde estamos exactamente?
--Creo que... América. Estados Unidos....Humm creo que Maine. Quizá en algún punto, en el túnel del acantilado, cruzamos un túnel como el que usa el chofer del autobús para desplazarse por donde sea.
--Sí supongo--. Dijo Moka.
--Aunque caminamos tanto que bien pudimos haber atravesado el núcleo de la Tierra desde Japón hasta América--. Intentó bromear Andy. Aunque no se sentía cansado, le dolían los pues.
No muy lejos, aunque separados por roca sólida, Tsukune caminaba con la mano en el bolsillo, aferrado al rosario.
--Los encontraremos-- Dijo Yukari.
Tsukune sonrió. Todo había pasado tan rápido, y se repetía en su mente con la sensación de haber sido un recuerdo de algo ocurrido hace años, pero no, realmente había pasado hace unos minutos. El gato maullando, los cadáveres saliendo de sus tumbas sin hacer ruido, Andy haciendo explotar al venado, y Moka convirtiéndose y derribando al hombre-venado. Él debía protegerla. Se culpaba por haberla perdido. Aunque sabía que casi nada era un verdadero adversario para Inner Moka, se preocupaba por ella.
Moka también pensaba en Tsukune, la forma en la que el hombre-venado lo había olfateado a la distancia, y la forma en la que lo había señalado. Y sabía por qué a él. Él era humano.
--Esa criatura...--comenzó.
--Wendygo. Son espíritus nativos de América--. Interrumpió Andy.
--Esa criatura, ¿qué come?
--O eso es interesante. Ellos solían ser humanos, hasta que hicieron algo imperdonable. Comieron carne humana. Eso los maldijo, los convirtió en lo que son.
Luego de eso caminaron en silencio. Luego, cuando este fue demasiado incómodo para Andy, volvió a hablar.
--Oye, Moka-san—Dudó un segundo cuidando sonar lo suficientemente respetuoso--, me preguntaba, ¿Cómo es la relación que tienen tú y Tsukune-sem...Tsukune-Kun?
Moka enrojeció.
--Eso no te incumbe--. Contestó hosca. Luego agregó-- ¿Por qué?
--Sólo curiosidad. Me pareció que todas ustedes... al menos en tu caso, la otra Moka, eran muy cariñosas a Tsukune-Kun. Y cuando lo mordiste, bueno...la otra Moka, en el cuello, cuando almorzábamos ayer, creí que ustedes eran pareja.
--Él es... especial. Él las ayuda a su manera. Incluso salvó en su momento a Mizore de su soledad y miseria.
--Sí... Mizore... Agradable criatura—Pronunció el nombre de la Yuki-onna y le pareció tan dulce. Entonces se dio cuenta que había perdido su paleta.
--Mi turno. ¿Eres un gallina? Allá arriba, mientras todas peleaban, casi mojabas tus pantalones. ¿Acaso quieres morir sin pelear?
--No es tan sencillo.
--No me lo pareció cuando hiciste explotar ese venado.
--Te contaré... Yo solía tener un hermano--. Aquella era la primera vez que hablaba de lo sucedido con su hermano. Aquella versión de Moka, aunque imponente, también le inspiraba confianza.
Le contó cómo ambos habían escapado aquella noche del castillo. Como una jauría de perros los habían emboscado. Como pelearon adoptando sus verdaderas formas. Él una gran salamandra de fuego, y su hermano un basilisco. Le contó que los vecinos se aproximaron al oír llorar a los perros.
--Pero cuando mi hermano se transformaba, entraba en ese trance...era más bestia que persona. Y comenzó a matar a los humanos. Eran inocentes--. Con forme caminaban, Andy dejaba un pequeño rastro de lágrimas--. Intenté detenerlo, pero todo era una locura. Él me atacó, y me defendí. Yo no quería, pero luego los humanos... y alguien disparó. Él quedó allí. Herido. Y yo solo corrí. Él me dijo que lo hiciera, pero no debí. Debí ayudarlo. No culpo a los humanos, pero... Ya no quiero ser... es difícil de explicar. Tengo miedo de lo que soy.
--Escucha, niño-- Se detuvo en seco—, no me interesan tus traumas del pasado. Claramente no fue tu culpa lo que pasó. Tu hermano se lo buscó. Lo siento, pero es la verdad. Eres lo que eres, un youkai, y no lo cambiarás. Lo que sí puedes cambiar es qué haces con eso. ¿Vas a tener miedo toda la vida? No pudiste ayudar a tu hermano por miedo, pero ¿qué pasará cuando tu propia vida corra peligro, o la de tus amigos como allá arriba; qué pasará con Yukari o Tsukune, o con la otra yo?
Los ojos de sangre de Moka se entrecerraron. Se llevó la mano al pecho en donde debería estar su rosario. Solo esperaba que Tsukune aun tuviera la cruz que sellaba sus poderes o si no, no habría "la otra Moka" nunca más.
--Es fácil decirlo. Mírate. Derrotaste al Wendygo con tus manos.
--Pero también tuve miedo--. Admitió irritada--. Miedo por Tsukune y las demás. Y por ti, y no creo que esto sean formas de agradecerme. Escucha, está bien tener miedo, eso no nos hace cobardes... es lo que hacemos con el miedo lo que nos define.
--Es verdad. Gracias, por lo de allá arriba. No volverá a pasar. ¿Pero si se sale de control? El fuego es peligroso. ¡Rayos! Quemé a Mizore-chan cuando la conocí.
Moka se detuvo de nuevo, agitó la antorcha frente a Andy. De lado a lado, y luego al frente y atrás.
--Esto no es peligroso. Esto es Luz, esto es calor. ¿Es que eres tan tonto para no verlo? No siempre debe ser destructivo, a veces puede salvar tu trasero de rana, y el de tus amigos.
Andy lo aceptó.
--Pero Mizore-ch...?—
--"Mizore Mizore Mizore!" ¿Qué con ella?—Preguntó. Ella podía acallar al chico si quería, si no influyéndole miedo, por la fuerza. Pero no quiso. No era su intención ser grosera solo lo suficientemente firme para...-- ¿Te gusta, o qué?
Andy no dijo nada, enrojeció y la temperatura del lugar aumentó. Se dio cuenta de ello y se concentró en disminuirla.
Moka sonrió y continuaron en silencio.
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Ice and Fire
AdventureAndy llega a estudiar a la Academia Youkai. Da una buena impresión al grupo de amigos de Moka y Tsukune, excepto con Mizore Shirayuki. Pues el día que se conocen Andy provoca un accidente tras otro. Uno de ellos los lleva a un extraño mapa a un teso...