Salieron a hurtadillas, cuidando no ser descubiertos. Katsuki seguía a Kirishima que parecía moverse con una extraña familiaridad hacia la salida. De alguna forma parecía tan... natural; caminaba con pasos ligeros evitando fácilmente las cámaras y lugares en los que pudieran quedar expuestos.
—Por aquí— Señaló Kirishima.— Si cualquiera pasa por la puerta principal sonará la alarma, pero aquí hay un espacio muerto.— Se acercó a una parte de la pared y le mostró a Katsuki un pequeño y casi imperceptible camino con baldosas ligeramente salidas que recorrían la pared hacia arriba. En silencio y con una agilidad que Katsuki no recordaba, Kirishima escaló la pared en simples movimientos precios hasta llegar al otro lado y lanzarse para escuchar un leve ruido sordo. Katsuki lo siguió de cerca, escalando e intentando ver las baldosas salidas que eran apenas perceptibles con la tenue luz de la luna.
—¿Por dónde empezamos?— Dijo Kirishima apenas los pies de Katsuki tocaron el suelo.
—Ah...— No sabía. Realmente no tenía la más mínima idea de nada. Había decidido salir siguiendo su desesperación, pero... incluso fuera, ¿qué mierda podía hacer?
Decidió ir al supermercado donde creyó verlo por última vez. El lugar tenía servicio veinticuatro horas, así que recorrió casualmente los pasillos como si al hacerlo se fuera a encontrar mágicamente con Deku frente a él. Kirishima lo siguió en silencio, guardándose cualquier comentario sobre las acciones del chico.
Una vez que Katsuki recorrió varias veces el supermercado, salió del lugar y se dirigió al callejón donde desaparecieron las siluetas de aquel día. Recorrió el lugar una vez más, intentando encontrar alguna puerta o algún espacio por donde se pudieran haber ido. Dentro suyo, Katsuki sabía que en la liga estaba el hombre de la nube morada, aquel que podía mover a las personas de un lugar a otro, pero ese callejón era lo único mínimamente cercano a una pista que tenía... y realmente no sabía que más hacer.
Después de que Katsuki revisara hasta el más pequeño recoveco del callejón, salió y caminó alrededor de aquellas calles, dando vuelas y vueltas sin realmente tener un sentido. Finalmente se detuvo y soltó un suspiro.
—Esto no nos está llevando a ningún lado, carajo.— Miró con algo de recelo a Kirishima, quien le regresó la mirada con un rostro extrañado.— Y tú, como idiota, me has seguido toda la noche. ¿Es que no tienes mejores cosas que hacer, ah? Te dije que no me acompañaras, sólo perdiste tu tiempo.
—No tienes por qué preocuparte por mí... Yo sólo quiero ayudarte, Bakugou.— Kirishima le lanzó una pequeña pero deslumbrante sonrisa que hizo que el corazón de Katsuki diera un salto.
—Tsk. Como sea.— Dijo girando su cabeza para evitar la mirada del otro, en sus orejas se podía ver una leve coloración rosácea.— Pasemos al supermercado de camino, te compraré algo en compensación.— Kirishima amplió su sonrisa y asintió.
Llegaron al supermercado y entraron, eligieron algunos dulces y refrescos y empezaron a caminar hacia la caja para pagar. Cuando estaban por formarse, Kirishima tomó la mano de Katsuki.
—Hay que irnos ahora.— Soltó. Dejó las cosas que tenía en sus manos en un estante cercano y tomó las que tenía Katsuki en las suyas, dejándolas junto al resto.
—Pero... Sólo vamos a...
—Ya es muy tarde, si nos atrapan no podrás volver a salir, ¿quieres eso?— Sentenció Kirishima mientras arrastraba a Katsuki fuera del lugar. El chico, aún confundido, se dejó hacer, sintiendo el calor de la mano de Kirishima sobre la suya mientras éste lo arrastraba de regreso a los dormitorios.
Cuando entraron al edificio ya faltaba poco para que el sol empezara a iluminar el cielo, coloreándolo de distintos tonos rojos, naranjas y amarillos. Una vez dentro, ambos chicos se tranquilizaron, soltando un suspiro y dirigiéndose a la cocina. Katsuki se sentó en un taburete, intentando aún procesar que realmente había salido anoche. Logró salir, buscó a Deku... y no encontró absolutamente nada.
ESTÁS LEYENDO
Deku
Fanfic"Si tanto quieres ser un héroe, hay una forma rápida. ¡Confía en que te reencarnarás con un Don y salta desde la azotea!" Las palabras que Bakugou había dicho resonaban una y otra vez en la cabeza de Izuku, quien daba pequeños pasos delimitando el a...