208 | c.h.

Capítulo 12

Eran casi las cinco y me dirigía a casa de Calum. Iba un poco deprisa ya que hacía bastante calor y estaba deseando llegar a su casa y ver a ese precioso aire acondicionado que tenía en el salón.

Caminé unos metros más y pude ver su casa. Al instante me puse nerviosa, pero seguí caminando aún más rápido y logré llegar en unos segundos.

Toqué al timbre y esperé a que abriera la puerta.

-Hola. -me dijo un sonriente Calum mientras abría para que entrara.

-Hola Thomas.

-¿Sabes? Eres la única a la que dejo que me llame Thomas.

-Me siento afortunada. -reí.

-Vamos, pasa. -dijo señalándome el interior de la casa. Pero antes de que pudiera entrar, él se puso justo en el centro de esta. -Contraseña.

-¿De qué contraseña hablas? -dije confundida. -Vamos, déjame pasar.

-No. -dijo sonriendo y negando con la cabeza. -La contraseña es tu nombre de twitter. Ya sabes, del twitter que filtraste la foto.

-Ni en mil años te lo daría, me estoy divirtiendo. Además, si te lo digo ya no podría hacer más spam para que me sigas. -dije riendo.

-¿Me haces spam?

-Ajá. -dije asintiendo.

Vi como se sacaba el móvil para buscarme en twitter y en ese mismo momento aproveché para colarme por el agujero que había entre la puerta y su cintura.

-Ehh, eso no vale. -dijo soltando el móvil y atrapándome.

Me cogió por la cintura y me llevó hasta el jardín que había. Allí había una piscina y recé para que no me tirase.

Pero claro, yo siempre soy la de la mala suerte.

-Última oportunidad para decirme cómo te llamas en twitter o te tiraré al agua.

-No hay huevos.

En menos de dos segundos estaba sumergida dentro de la piscina.

Tenía que dejar de usar esa frase, porque si a un tío le dices "No hay huevos" hace cualquier cosa.

Salí del agua con ansia de venganza y lo primero que vi fue a Calum descojonándose de mí, así que decidí hacer lo que mejor se me da.

-Calum, ven. Seamos amigos. Dame un abrazo.

Él empezó a correr por todo el jardín, supongo que le daría miedo el tono de voz que puse, y bueno, puede que también le dé miedo una chica mojada y enfadada persiguiéndole como si fuera una psicópata.

-Calum sólo quiero que seamos amigos. No huyas.

-Aléjate de mí. -dijo riendo y gritando.

Dejó de correr y entonces yo sonreí victoriosa.

-¿Tan rápido te rindes? -dije acercándome más a él.

-Vas a ganar tú, así que, ¿por qué correr?

-Buen chico. Aprendes rápido. -dije llegando hasta él y abrazándole para mojarle.

Después de abrazarle, escurrí mi pelo sobre su cabeza y le miré de arriba abajo antes de empezar a reír como anteriormente había hecho él.

-No te rías tanto arroba calumsprincess96. -dijo esta vez riendo él.