Capitulo 16

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Emily bajó del taxi y arrastró las dos valijas por el liso piso del aeropuerto. A través de un gran ventanal veía los aviones esperando a sus viajeros. Más cerca de ella estaba la gente nerviosa pululando de un lado a otro del recinto: haciendo filas en frente de los mostradores, entrando y saliendo del baño, arrastrando grandes y pesadas valijas, comiendo en los locales de comida rápida y tomando café, buscando a los niños inquietos.

Emily se colocó en una de las tantas filas y entregó sus dos valijas negras y simples. Empacarlas le había costado más de lo que creía. Guardar la ropa que había comprado con Harry, la que había usado cuando Niall la besó, la que había ensuciado en el trabajo fue lento y agobiante. Cada prenda tenía un recuerdo de Londres.

Luego había seguido el entregar las llaves al dueño del apartamento. Aún las sentía en el bolsillo de sus jeans como una piedra que no quiere volver al suelo. Y decirle a Pete que ya no volvería a trabajar en la cafetería. Por suerte Alejandra no estaba allí cuando fue.

Por último, escribió una carta para sus amigos que le entregó a Simon, pidiéndole que se las diera cuando ya se hubiese ido. En ella les agradecía de todo corazón el haberla tenido como amiga y haberle hecho pasar los mejores meses de su vida.

>A Harry le agradecía haberle hablado en el centro comercial. De no ser por él, jamás hubiera podido ser amiga del resto.

>A Liam le agradecía haberla apoyado y haber ido a su casa para contratarla, además de haber hablado con Niall para que la tratara bien. Y le recordaba que tenía que cuidar súper bien a Alejandra.

>A Louis le agradecía haberle alegrado los días con sus chistes inmaduros, y le pedía que cuidara a Belly, que parecía una chica dura pero que era muy dulce cuando se llegaba a conocerla.

>A Zayn le agradecía haber sido su amigo; que ella no tenía ningún prejuicio contra los ingleses, por lo general los latinos los admiraban.

>A Alejandra le agradecía haber sido la mejor compañera de trabajo del mundo y una genial amiga, y que disfrutara cada segundo que tuviera con Liam.

>A Belly le agradecía ser una idiota y mejor amiga, y haberla llevado a la fiesta. Le pedía que no le pegara muy fuerte a Louis.

>A Perry le agradecía haber sido su amiga; le contaba que se había sentido alagada al conocerla.

>A 5 Seconds Of Summer les agradecía haberlos conocido, eran unos chicos geniales. A Luke le agradecía haberla acompañado en el parque.

A Niall fue al que más le costó escribirle. Pero le agradeció haber dejado de juzgarla y de haberle dado una oportunidad. También le agradeció el haberla besado por celos y el haberla enamorado en tan corto tiempo. Le pedía que él a cambio no se olvidara de ella ni los pocos recuerdos juntos.

En la conclusión explicaba que unas fans que se había cruzado la noche anterior le habían hecho entrar en razón. Ella no pertenecía a Londres, no pertenecía con ellos. Extrañaba su país: las sonrisas inagotables, las palabras amables y graciosas, las comidas en la playa, y tantas otras cosas que no había hecho en mucho tiempo. Y por sobre todo, extrañaba a su padre. Sabía que no lo iba a recuperar, pero necesitaba volver a su Uruguay.

Emily se sentó en un banco contra la pared y esperó a que pasaran los 30 minutos que faltaban para el embarque. Trató de leer un poco o ver los anuncios que pasaban en las varias pantallas, pero estaba muy nerviosa como para poder concentrarse. Fue al baño tres veces y se comió un chocolate entero. Parecía que el tiempo pasara tan lento como un caracol.

Cuando faltaban solo diez minutos, el vuelo se retrasó debido a un pequeño problema en el tablero de control; estaría solucionado en otros treinta minutos. Emily se dedicó a recorrer la enormidad del aeropuerto, varias veces más grande que el de Uruguay. Había varias tiendas de comida y suvenires y mucha gente por todos lados. Emily se adentró en una tienda donde vendían imanes y pequeñas imágenes y se distrajo un rato. Esta vez el tiempo sí pasó rápido, y escuchó que llamaban a su vuelo a través de los parlantes.

Mientras Emily caminaba lentamente hasta la puerta de embarque, escuchó que  se estaba formando un tumulto en la entrada. Los ingleses eran problemáticos.

-¡Necesito verla! – gritó una voz.

Que se le hacía demasiado conocida. Dolorosamente conocida. Sin pensarlo, Emily corrió hasta la puerta de embarque, pero frenó antes de cruzarla al escuchar su nombre.

-¡Emily!

Esos ojos celestes la miraban con desesperación. Le rogaban que no atravesara esa línea que los separaría para siempre. Emily se dio vuelta, impotente, y la cruzó.

Una hora más tarde, Emily estaba acomodada en un asiento de primera clase, cortesía de Simon. Una azafata se le acercó ofreciéndole cantidad de alimentos y bebidas, pero ella los rechazó porque sentía el estómago revuelto.

Tenía grabada en la retina la cara de súplica de Niall. Parecía que estaba agonizando, como si verla lejos lo lastimara.

El avión se empezó a mover y Emily se sujetó con fuerza a los apoyabrazos. Estuvo así unos minutos, hasta que se estabilizó. Emily se acercó a la ventana y observó la ciudad londinense que la había juzgado pero al mismo tiempo le había dado tantos buenos recuerdos. Se despidió mentalmente de todos a los que había conocido y que la habían juzgado por ser distinta, y se concentró en la película que estaban pasando delante de ella.

O al menos trató. Porque su mente y corazón estaban ocupados por un par de ojos color cielo que amaba y que nunca podría olvidar...

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⏰ Última actualización: Jan 12, 2015 ⏰

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La sociedad juzga a los ángeles [Niall & tu] ~Terminada~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora