Capítulo 5

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Jason Todd

No me rendí, seguí yendo, mañana, tarde, noche, incluso llegué a escapar de la mansión para ir con ella. Y siempre era la misma respuesta, y no podía colarme como lo hacía antes, ahora había mucha más seguridad, no lo entendía. Desearía haber rechazado el haber venido con Bruce.

Si, tenía lujos, comida deliciosa, y no la porquería que solía comer, ropa limpia, una cama de ensueño. Pero eso de que me servía sin ella a mi lado. Dejaría todo esto para tenerla toda mi vida. Y yo se que apenas tengo siete años. Pero es la única persona que ha estado conmigo en las buenas y en las malas. La quiero, y me rehusó a perderla. Y menos por mi tontería.

Hace tiempo que dejé de ir. Alfred me dijo que le diera su tiempo. Y es lo que estoy tratando de hacer.

No he salido de mi cuarto en tres días, Alfred me traía de comer y Bruce, bueno no se nada de él. Bueno eso fue hasta hace un segundo cuando entró y se sentó en mi cama junto a mi.

—oye no es bueno que estés encerrado aquí.

—es que, no sé, me siento mal. Me siento culpable.

—déjame enseñarte a combatir con ese dolor.

—-¿cómo?

—sígueme.

Se paró en la cama y yo lo seguí. Bajamos a la biblioteca y se dirijo al piano que estaba a lado de un estante de libros, tocó unas teclas y lo que pasó fue algo extraño, un estante se movió y dejó ver un elevador, Bruce entró y me hizo la seña para lo siguiera, entre con él al elevador y jalo una palanca, empezamos a bajar, cuando llego hasta abajo las puertas se abrieron. Estaba doblemente sorprendido, era la base de Batman.

—tú...tú eres Batman–dije sorprendido.

—así es y me gustaría que te convirtieras en mi compañero.

—¿en Robin? ¿De qué hablas? A ver, dices, ¿que te golpee con una palanca?

—no lo dije, pero lo hiciste.

—genial, golpeé a un millonario y a Batman al mismo tiempo.

—entonces, ¿aceptas?–dijo ignorando lo que dije.

—¿quién era Robin?

—Grayson.

—¿y porque ya no lo es?

—tuvimos desacuerdos. El vino hace un par de días. Lo hubieras visto pero estabas encerrado en tu cuarto.

—bien, pero. ¿Esto tiene que ver con lo mio?

—tiene mucho que ver. Verás, cuando asesinaron a mis padres, me sentía como tú, enojado, triste, impotente. Pero, al hacer esto, tuve escape. Una forma de sacar mi frustración.

—¿ser compañero de Batman? ¡hecho!

—bien, mañana empieza tu entrenamiento. En unas horas mandare a que alguien tome tus medidas–dijo viendo su reloj.

—¿para qué?

—para que hagan tu traje de Robin.

Recorrí la cueva con la vista y vi unas vitrinas en donde habían varios trajes de Batman y un par de Robin. Hice una tremenda mueca de disgusto al verlo. Era horrible. La parte de arriba era como una playera roja, de manga corta. Una capa amarilla y una máscara negra que cubría los ojos. La parte baja era como un short verde, corto, muy corto.

Jale hacia abajo la ropa de mi entrepierna al imaginar lo incómodo que sería usar eso.

—Bruce–lo llame.

Un Avé con Las Alás Rotas (Jason Todd Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora