Jason
Me removió al sentir mi brazo acalambrado, pero un pequeño gemido me hizo abrir los ojos. Era ___ que se había removido soltando pequeños sonidos. Logre sacar mi brazo sin despertarla y coloque una almohada bajo su cabeza.
Me quedé observándola un buen rato, notando como sus facciones habían cambiado, ya no tenía las mejillas tan rojas como cuando éramos niños, su cabello se volvió más lindo y largo.
Note que la luz de la mañana que iluminaba la habitación, molestaba sus ojos, así que en silencio me levanté para cerrar la cortina dejando la habitación a oscuras, acercándome a ella deje un beso en la punta de la nariz, y decidí que era hora de irme por que si a Alfred se le ocurría venir me patearía el trasero por haber dormido en la habitación de ella y no en la mía.
Salí de espaldas cerrando la puerta con silencio, y justo cuando me giré para irme, me tope con Alfred de frente.
—¡Alfred! mi amigazo, ¿qué haces despierto tan temprano?
—son las ocho de la mañana.
—uy demasiado tarde y aún no hago mi rutina de ejercicios. Me voy.
—ya sé que pasó la noche en la habitación de la señorita.
—lo sé, lo siento, pero ella me pidió que le hiciera compañía hasta que se quedara dormida, y yo pues...me gano el sueño y me quede ahí.
—joven Jason, no me molesta eso, pero quiero que tenga claro que ambos están en pleno crecimiento, y necesitan su propio espacio para ustedes, sobre todo ella, que le ha tocado una vida un tanto difícil, no tengo inconveniente en que pasen tiempo juntos, pero quiero que tenga claro, que es una señorita y necesita su propio espacio, y sobre todo que la respete.
—eso no tienes ni que pedirlo Alfred.
—me alegra que pudieran encontrarse de nuevo. Vaya a entrenar, le llevaré el desayuno en unos minutos.
—gracias Alfred.
Tú
Me desperté aun con algo de sueño, miré al otro lado de la cama pero Jason no estaba, supuse que se había ido a otra parte, me pare lentamente recordando la herida, pero ahora no sentía tanto dolor, solo sí hacía esfuerzo.
Salí del cuarto y fui hacia la escalera, vi a Alfred limpiando un mueble. Se volteó y me vio.
—señorita ___, no debería estar parada.
—lo sé, es solo que no me sentía tan mal, además de que ya no quería estar en la cama–él solo asintió–Alfred, ¿sabes dónde está Jason?
—si, está en el gimnasio.
—¿en dónde está eso?–dije con un poco de vergüenza.
—claro, sígame.
Bajamos las escaleras y pasamos por varias habitaciones hasta que se detuvo.
—el joven Jason está aquí, si me permite me retiro.
Entre al cuarto y vi a Jason golpeando un saco de boxeo escuchando música a todo volumen, me acerque a la bocina y baje el volumen, lo que provocó que él viera en mi dirección.
—hola grandulón.
—oh, hola, ¿qué haces despierta? es temprano.
—eso te iba a preguntar.
—es que se me fue el sueño.
—ya veo.
Me acerqué a él y le di un beso en la mejilla, él empezó a rodear mi cintura pero lo aparte a lo que él me vio raro.
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Un Avé con Las Alás Rotas (Jason Todd Y Tú)
RomanceEn ciudad Gótica, la Batifamilia se ve atormentada por distintos sucesos y personas que los quieren fuera del camino. A pesar de todo esto, ___ y Jason buscan pelear juntos hasta el final.