Capítulo 19

2.5K 180 19
                                    

Mi cuerpo se sentía pesado y adormecido, poco a poco recuperaba la conciencia, y soltando un jadeo abrí los ojos; mismos que cerré casi de inmediato cuando un fuerte dolor en mi nuca me atravesó el cuerpo.

Quejándome volví a abrir los ojos asustada, la angustia y el temor me llegaron rápido al ver a mi alrededor, un cuarto abandonado, parecía un tipo de cuarto de medicina, apenas iluminado, lleno de humedad y musgo. Intenté moverme, dándome cuenta que mis extremidades se encontraban amarradas contra la silla de ruedas en la que estaba.

—estás despierta.

Una voz santurrona y conocida me hicieron tensarme. Aquel payaso maniaco salió de detrás mío hasta que se puso frente de mi. La respiración se aceleró con pánico.

—oh pero ¿por qué te pone así? Fue por el golpe que te dio la idiota de Harley ¿cierto? me disculpo por su incompetencia, debía de matarte, pero ni un golpe sabe dar. ¡Pero te unes a la fiesta!

Un par de hombres maquillados de payaso abrieron la puerta empujando una silla de ruedas en la que Robin estaba atado. Lo vi alzar el rostro, estaba golpeado y sangrando, no tenía la máscara puesta, y fue que me di cuenta, yo tampoco.

—chico maravilla, te portaste muy mal–empujaron la silla hasta ponerlo frente mio pero alejado varios metros.

Con pesadez Robin alzó su rostro y me miró afligido.

—lo siento...–murmuró, provocando la risa de Guasón.

—creí que serían más inteligentes, y ambos cayeron como dos idiotas–riendo se recargo en el hombro de Jason, el cual gruñó enojado y se sacudió quitándoselo de encima.

—vete al demonio.

—hahaha, de tal bat-palo tal astilla, aunque, esa actitud no les hará ningún favor–de su bolsillo sacó una navaja y la abrió mientras se acercaba a mí.

Su mano rodeó mi garganta con fuerza, cortándome el paso del aire, me retorcí en la silla buscando algún tipo de escapatoria.

—¡suéltala!

—antes de empezar nuestra fiesta de té, quiero conocer a mis invitados, ustedes ya saben que soy el buen tío Guasón, pero...–miro por sobre su hombro a Robin–¿quiénes son mis huéspedes?

Ajustó más su agarre, solté un chillido y me soltó repentinamente, tomé una gran bocanada de aire y comencé a toser. Pero mi mejilla ardió cuando me soltó una bofetada que me giró el rostro.

—¡malnacido!

Con su siniestra sonrisa enredó su puño en mi cabello obligándome a exponer mi cuello, en donde coloco la filosa navaja. Jason respiro con dificultad mostrándome toda su preocupación en los ojos.

—entonces bombón, ¿me dirás quién eres?

—Batman va a destrozarte cuando...–dije entre dientes, pero su estridente risa me interrumpió.

—Batman no vendrá a salvarlos, están solos, y es mejor que empecemos a ser amigos, compañeros, y volvernos los reyes de Gótica, pero eso ya lo veremos después. Por ahora, les daré una bonita bienvenida.

Caminó al otro lado de la habitación, de una mesa de metal oxidada, en la que había varias herramientas, tomó una palanca, sin borrar su sonrisa caminó hacia nosotros balanceándola en sus manos.

—¿quién va primero?

—atrévete a tocarla y...

—¡tú!

Un golpe con la borra directo al rostro de Jason lo callaron. Guasón reía a carcajadas sin parar de arremeter con la palanca contra él.

—¡no! ¡para, para! ¡por favor Guasón, basta!

Un Avé con Las Alás Rotas (Jason Todd Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora