Capítulo 2

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Dementor en el exprés

     Esa noche no salí para comer, ni merendar ni cenar. Solamente me di una ducha de agua caliente, estaba hecha un asco.

     Mi nariz había estado sangrando, al igual que mi labio. Tenía un ojo morado y varios hematomas en la barriga y la zona de las costillas, donde había recibido las patadas. Y por último lo de mis brazos, por lo que me digné a ponerme manga larga aunque al día siguiente fuera 1 de septiembre. 

     No es para tanto. Por lo menos esta ve no te has roto nada. ¿De que te quejas?

     Luego me acosté en la cama, y mientras esperaba a que la profesora viniera con mis numerosos libros, comencé a tocar la flauta, en esos momentos es lo único que podía relajarme.

     La señora Weasley venia de tanto en tanto acompañada de Ginny para saber si necesitaba algo o para que bajara a comer. Veía como los otros escuchaban a escondidas, tanto los gemelos, como el nuevo Premio Anual, el trío de oro e incluso el señor Weasley. Eran unos cotillas.

     Intentaba declinar las propuestas respetuosamente. Pero cada vez que abría la puerta, se me quedando mirando como si hubiera muerto alguien. Cuando todos se fueron por fin a dormir, me tocaron la puerta. Me hice la dormida con Nyx acurrucada en mi pecho.

     Abrieron la puerta. 

     -Está dormida -oí el susurro de Hermione.

     -¿Seguro? -Ron se tropezó.

     -No hagas ruido Ron -lo regañó Harry-. Y tu la estas viendo, claro que esta dormida.

     -Es que ha venido muy mal -se justificó-. Hermione, tómale el pulso. 

     -No esta muerta -la chica le pegó un zape-. ¿Qué es eso?

     -Es la lechuza de Lily, ¿no te acuerdas? -le explicó el pelirrojo-. La vimos en primer año. Se ha pasado todas las vacaciones con nosotros porque Ginny se ofreció a cuidar esa albóndiga emplumada. 

     -¡Ah si! -contestó Harry- ¿Y por que nos mira como si fuera a matarnos?

     Adoraba a Nyx.

     -Le debe tener mucha estima a su dueña -le restó importancia Hermione-. Se abalanzó esta mañana cuando la vio, y por lo que veo no quiere que nos aproximemos. Seguramente no quiere que sufra más daño, ese ve muy sobreprotectora.

     -No deberíamos hablar de esto aquí -cortó Harry-. La vamos a despertar.

     -Eres tú el que quiera que viniéramos ha hablar con ella -le espetó Ron.

     -Porque quiero preguntar como se ha hecho eso.

     -Harry, no creo que te lo diga así por que así -resopló Hermione-. Puede que esté mal, pero se sigue comportando como siempre. Y ella nunca nos ha contado nada. 

     -Yo creo que no es humana -finalizó Ron-. Nadie llega así y continua con su vida como si no pasara nada.

     Joder yo quería dormir.

     -Como no os vayáis ahora mismo de mi habitación -los tres saltaron del susto-, os desmayo y os dejo en le pasillo.

     -Lilianne estás despierta -Harry encendió la luz.

     -Eres muy observador Harry -bostecé-. ¿Es por las gafas?

     -Lilianne queríamos preguntarte como acabaste así -Hermione fue al grano-. Madame Pomfrey dijo que no fue Sirius Black.

Lilianne y el prisionero de AzkabánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora