La final de quidditch
La carta era muy clara. El pergamino estaba húmedo; las gruesas lágrimas habían emborronado tanto la tinta que la lectura se hacía difícil en muchos lugares.
Querida Lilianne:
Hemos perdido. Me permitirán traerlo a Hogwarts, pero van a fijar la fecha del sacrificio.
A Buckbeak le ha gustado Londres.
Nunca olvidaré toda la ayuda que nos has proporcionado tu y Hermione.
Hagrid
-Debí haber insistido en participar en la cita -quemé la carta-. Voy a verlo.
-No puedes -me paró el profesor.
-El toque de queda no ha sonado y se caminar -me encaminé hacia la puerta- por supuesto que puedo.
Oí a Lupin suspirar, pero no me siguió. Travesé el césped con el cielo ya anaranjado.
El padre de Malfoy consiguió atemorizar a la Comisión para que tomaran esta determinación. Son unos viejos imbéciles y los asustó. Necesitaba pensar en algo para ayudarlo.
Toqué la puerta de donde provenían los llantos. Hagrid parecía conmocionado por el veredicto.
-Todo fue culpa mía -dijo solamente cuando me vio-. Me quedé petrificado. Estaban todos allí con sus togas negras, y a mí se me caían continuamente las notas y se me olvidaron todas las fechas que me habíais buscado. Y entonces se levantó Lucius Malfoy, soltó su discurso y la Comisión hizo exactamente lo que él dijo...
-Haremos lo que podamos -le tranquilicé-. Lo importante es que los verdugos vean al pequeño Buckbeak antes de la sentencia. Luego ya se me ocurrirá algo.
-No servirá de mucho -dijo con tristeza-. Lucius Malfoy tiene a la Comisión en el bolsillo. Sólo me aseguraré de que el tiempo que le queda a Buckbeak sea el más feliz de su vida. Se lo debo...
Metió su cabeza en el cubo de agua para despejarse. La sacó chorreando, intentando despejarse de todo. Luego se fijó en el cielo y abrió los ojos de par en par hacia mi dirección.
-¡Lilianne, no puedes estar aquí! -me señaló-. Estas afuera del castillo sin ningún permiso y ya es de noche y...
-Hagrid -lo paré-. Estoy con un profesor.
-¿A si? -dijo con sarcasmo- ¿Dónde está? ¿Debajo de la capa de invisibilidad de Harry?
-Tu eres el profesor -le respondí seria.
-Babosas, es verdad -se quedó parado-. Pues te voy a castigar por estar fuera sola.
¿Qué les pasa a todos con eso de castigarme?
-Estoy contigo -suspiré cansada.
-Ay si... -volvió a mirarme-. Te devolveré al castillo antes de que alguien nos mate a os dos, entonces.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
El día siguiente, después de Cuidado de Criaturas Mágicas, algo me alegro el día.
Hagrid dio media vuelta y volvió a la cabaña, cubriéndose el rostro con el pañuelo.
-¡Miradlo cómo llora!
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Lilianne y el prisionero de Azkabán
FanficAún hay algo que no entiendo. Me decis que Hogwarts es el lugar más seguro del mundo. Pero después de los dos primeros años llenos de peligros del propio castillo, entra un peligro nuevo de fuera. Al menos el nuevo profesor es bueno. Solo quier...