Lilianne y el prisionero de Azkabán

Capítulo 13

El secreto de Chris

     Algo andaba mal con Chris. Entendía que estuviera un poco triste por la derrota del equipo, o que no le saliera el Patronus, pero no era para tanto.

     Intenté todo y nada, se me acababan las ideas.

     -Chris -le llamé la atención cuando lo intentaba de nuevo-. Intenta lo que te dije.

     -No me gusta nadie -negó roja por quinta vez.

     -No me mientas Chris -le dije indiferente-. Sabes lo que pienso de las mentiras. Tampoco te pido que me digas su nombre, sino que lo intentes. Piensa que te está besando.

     -Pero es que no lo consigo -se exasperó-. Lo he intentado todo. Pero no me sale.

     -Eres una de las personas más inteligentes que conozco -le dije-. Has podido recrear todos los hechizos hasta ahora, incluso los que yo me encontraba por ahí y no entraban en el temario. Puedes hacerlo, pero hay algo que te lo impide. 

     Ella asintió a todo, con cara concentrada. 

     -Tengo la sensación de que se debe al tema de tu amor -se puso roja ante mis palabras-. Ya te he dicho que no quiero que me lo digas por obligación, pero algo si que quiero que me contestes mirándome a los ojos -ella me miró directamente-. ¿Te ha hecho algo malo?

     Sus ojos se relajaron y suspiró con alivio. 

     -¡No! -respondió sincera-. ¿De donde sacas eso?

     -Yo simplemente preguntaba -rodé los ojos-. Por si acaso. Siento decirte esto Chris, pero si no le pones remedio, no puedo ayudarte. 

     -¿Y cómo le pongo remedio?

     -A eso no puedo contestarte -negué-. No se lo que te pasa.

     -Tu no me dices tus secretos -se cruzó lo brazos-. Yo no tengo por que decírtelos, lo que pasa es que...

     -Chris.

     -... eres una vieja chismosa que quiere saber sobre...

     -Chris.

     -...mi vida privada para ir contándolo a tus amigos y...

     -No tengo amigos.

     -...reíros y... ¿No tienes amigos? -preguntó extrañada.

     -No quiero que me cuentes lo que te pasa, porque tu no quieres contarlo. Sabes que a la única que aguanto que me cuente su vida es a ti -ella sonrió avergonzada mientras yo hablaba-, por lo que como puedes ver, no soy muy chismosa. Y aunque tu si que tengas a Ginny y Luna, yo solo te tengo a ti, por lo que me acuses de cosas falsas.

     - Si no fueras tan amargada tendrías muchos amigos -desvió el tema.

     -Di lo que dicen de mi -le ordené.

     -¿Qué?

     -Se perfectamente que por mucho que intente pasar desapercibida, ese es un acto que te hace destacar. Al igual de que hay tantos que quieren destacar que pasan desapercibidos -le expliqué-. Se que se habla de mi a mis espaldas, ¿qué dicen?

     -Bueno... -pensó un poco-. Das miedo y eres terrorífica y eso da dos partes. Hay gente que no se quiere acercar a ti por simple miedo o respeto. Aún se dice que mataste a un niño y que solo te hace reír la sangre. 

     -No está mal -admití-. Tienen buena imaginación.

     -La otra parte piensa que es una farsa, sobretodo los Slytherin -respondió sincera-. Ya sabes como somos en la casa. Nadie muestra mucho su verdadera cara, solo a sus verdaderos amigos. Para el resto del mundo somos personajes que nos gustan las trampas poniendo como escusa que hacemos lo que sea para conseguir un ambición.