Poco quedaba por hacer en el itinerario debido a la gran tormenta de nieve que aún azotaba la ciudad, para la suerte de Jane el recorrido por los museos duró menos de lo esperado y a mediados de la tarde podía disfrutar de un bello atardecer en un bar tomando un chocolate caliente observando a Maura como se atormentaba por no saber que ponerse para cenar con su madre.
J- Ya cariño es solo tu madre, cualquier cosa que te pongas estará bien.
M- Sabes como es mi madre, muy tradicionalista, es conocida por toda Europa por su elegancia, no puedo llegar vistiendo mal.
J- Maura tu jamás vistes mal, por dios mujer si hasta cuando vas a dormir parece que vas a una sesión de fotos, solo escoge un traje y listo.
M- ¿Tu que vas a ponerte?- pregunto la pelirroja intrigada.
J- Un vestido- mintió la morena mientras desviaba la mirada a su taza.
M- ¡No es cierto!- exclamo de inmediato al ver la expresión culposa de Jane.
J- No, no lo es- rio al tiempo que le lanzaba una mirada juguetona- ¿Cuál es el problema Maura? Vestiré lo que visto siempre, puedes sacarme de Boston pero no lograrás sacar a la detective de adentro de mi, y por más que este en la ciudad de la moda no lograras cambiar eso.
M- No puedes ir a cenar con mi madre con tu traje Jane, te pondrás uno de mis vestidos.
J- ¡Son muy chicos!- exclamo con gesto de dolor, sin embargo se abstuvo de seguir protestando puesto que ya sabía que era una batalla perdida.
Al caer la noche las dos mujeres vestían de forma elegante y aguardaban pacientes en el restorán a que Constance llegara. Jane bebía su vino pacientemente mientras observaba a su compañera que estaba a punto de sufrir un colapso.
J- Ya Maura, tranquilízate de una vez.
M- Hace meses que no veo a mi madre y mira como vengo, debería haberme comprado otro vestido- dijo al tiempo que comenzaba a hiperventilar.
J- Respira hondo y tomate el vino antes de que acabes con mi paciencia.
Constanse entro al recinto esbozando una media sonrisa y para disgusto de Jane escoltada por Víctor, todo el mundo la reconoció en el acto y Maura comenzó a ponerse cada vez más pálida. La morena resoplo en un gesto mezclado de disgusto y frustración y se paró para extenderle la mano a la mujer al tiempo que jalaba de la pelirroja para que esta se pusiera de pie. Se saludaron cordialmente y pidieron la comida al tiempo que Jane estudiaba detenidamente al sujeto que estaba sentada frente a ella. La cena, aunque animada, había estado cargada de tensión y comentarios afilados por parte de la morena.
J- ¡Auch!, ya deja de hacer eso- refunfuño Jane mientras restregaba su pierna adolorida de la patada que la pelirroja le había dado.
M- Tú deja de provocar a Víctor- la regaño una vez más tratando de disimular.
Jane observaba como al otro lado de la sala Víctor saludaba a un grupo de franceses mientras hacía ademanes de grandeza, en ese momento la morena deseo poder estar de nuevo en Boston y pelear con el sujeto en su propio terreno, pero estaba en París y nada estaba más lejos de su control, si quería alejar a ese tipo de Maura se le tendría que ocurrir algo muy astuto.
C- Yo voy a retirarme querida- dijo Constance con delicadeza mientras se ponía de pie y colgaba su fina cartera de cuero Italiano sobre su hombro- mañana tengo un día muy largo, debemos ultimar los detalle para la fiesta de exposición del Martes.
M- Claro madre, descansa- exclamo Maura con una brillante sonrisa mientras se despedía.
V- Yo la acompañaré a su auto señora Isles.
ESTÁS LEYENDO
La ciudad del amor
FanfictionUn paseo por una de las ciudades más románticas del mundo acabará por revelarles mucho más que historia.