Angelique Adam's conoce al Amor.

Nunca olvides anotar.

Anotar, necesito anotar. Ahora- pensé débilmente.

-Puedes hacerme el recuento de ¿quién eres?-Pregunto el Doctor Sean, mientras inyectaba algo en el suero.

La misma mierda de siempre, como si hacer un recuento de quien soy y quienes son mis padres, pudieran evitar que millones de neuronas murieran en mi cerebro, como si eso curara las cicatrices que tengo en la piel, las mordeduras que le hice mama, los golpes que le di a papa, las cosas horribles que le grite a mi hermana.

 - Me llamo Angelique Regina Adams Milton y tengo 17 años, mi madre es Rachel Milton, mi Padre es Richard Adams. Mi hermana Judith Ángela Milton Adams. Y usted es el Doctor Sean, mi médico psiquiatra de Pila.

-Muy bien-dijo él. ¿Distingues colores?

-Si.-dije secamente y narre todos los colores que había en aquella deprimente habitación- Paredes Blancas, instrumentos color cromo, sabanas y batas azules, puertas café. Lo distinguía todo. 

-Bien. Iré a avisarle a tus padres que esta despierta.- No te alteres ni hagas ningún movimiento que implique esfuerzo-dijo el doctor mirándome fijamente. Te has golpeado repetidas veces en el estómago, nada grave, pero te dolerá bastante.

-Vale está bien.-Anotar, no lo olvides. Aaron. Me dijo que iba a morir, tres meses, tres meses en trance no lo olvides.

El doctor salió y cerró la puerta, me pare de la cama de un salto un punzante dolor recorrió todo mi vientre, era casi insoportable, tenía razón, me había herido el estómago. En la pequeña mesa que había a lado de la cama había un pequeño lapicero un vaso de agua y mi ropa: hojas necesito hojas de papel. Mire a mí alrededor, solo había encontrado paredes blancas. Mi cerebro iba a mil por hora, mi ropa necesito mi ropa. Me saque la bata como pude y me puse con cuidado la ropa, la bata era un material hecho de gasa, podía escribir en él, y anote todo lo que pude rápidamente, la rompí, y la tire en el cesto, y la demás parte escrita la escondí en mi vientre, entre mis pantalones y ropa interior.