Angelique Adam's conoce al Amor.

Adentro, otra vez.

Ya a 1 pasado un mes desde mi último episodio, me siento tan desesperada, ya no recuerdo los detalles, ya no recuerdo la sensación de estar en ese hermoso lugar, no recuerdo más los detalles en Aaron, su voz... Es tan frustrante, saber que estoy olvidándolo todo. Vivo con el miedo de tener todas esas pesadillas, fuego, niños, muerte. Jamás he entendido por qué sueño todas esas cosas, por desgracia, todas esas horripilantes cosas no las olvido nunca. Es como si quisieran recordarme que siguen aquí conmigo, que son parte de mi... que jamás voy a poder deshacerme de ellas. Quisiera saber por qué están ahí. Quiero saber porque eh visto a Aaron, quiero saber porque vi ese hermoso lugar y porque no lo veo más. Necesito respuestas. Eh re-leído todos los días las pequeñas notas que he hecho de las ocasiones que vi a Aaron. La bata rota del hospital, la servilleta con su nombre, las fechas y tiempos que menciono, tres meses Aaron, tres meses con los ojos verdes más hermosos que he visto. 

Es tan extraño al punto de ser ridículo, dos veces, dos veces le he visto, sin embargo siento que le conozco de una vida entera, oh pero que se puede esperar de una demente como yo. Lógico, el primer chico que considero atractivo, es un producto de mi estúpido delirio, una parte de mí. Lógicamente sentiría familiaridad por él y ¿amor?...

Tres meses. Tres meses con él.

Escuche pasos aproximarse en el pasillo, seguramente era mama. Para saber cómo había amanecido.

-Cariño, necesito hacer unas compras en el supermercado y me han llamado de la escuela diciéndome que Judith no se siente bien. ¿Quieres acompañarme por ella?-Dijo mi madre mientras asomaba la cabeza por la puerta.

-Vale, te acompaño dame 5 minutos para vestirme. Dije alegre. Tenía una buena oportunidad de salir, despejar mi mente y dejar de pensar en esos ojos verdes...

-Vale no te demores mucho-Dijo apuntándome con el dedo índice como advertencia y seguido de eso cerró la puerta.

Me levante de la cama y fui al baño, me mire en el espejo. Me veía tan diferente, Mis mejillas estaban un poco más rosadas de lo normal y  mis ojos brillaban con naturalidad, mi cabello no estaba hecho una maraña de pelos. Lo supe en ese momento…

 A pesar de toda esta estupidez. Hoy iba a ser un buen día. Cepille mis dientes, salí del baño y fui directo a mi closet y busque algo sencillo y hermoso. Un vestido azul marino corto y holgado, con una preciosa cintilla amarilla y unos flats color café. Me sentía hermosa. Tome mi celular y audífonos y salí de la habitación a encontrarme con mama en la cochera.  Ahí estaba tan apurada como siempre... hasta así se veía guapísima, con una camisa blanca de mi padre un moño alto amarrado y unos jeans rotos.

-¿Lista?-Dijo mama- recogiendo su bolso y descolgando las llaves del estante colgado en la pared.

-Estoy lista.-Dije sonriéndole.

Subí en la parte de atrás del auto, odiaba ir adelante, aparte sabía que Judith siempre subía adelante con mama. Mire mi teléfono, hoy tenía que escuchar música, hacia tanto que no veía mi lista de reproducción, hacia tanto que no disfrutaba la música, hacía tiempo que no disfrutaba la vida. Coloqué mis audífonos estaba segura de que canción quería: In the Valley Below- Peaches.

Subí el volumen de la música cerré los ojos y recordé: El hermoso lugar. Los detalles comenzaron a surgir como  los botones en primavera, poco a poco sentí la brisa en las mejillas, el delicioso aire frio, el sentimiento de libertad, sentía mi vestido volar con el viento, mi corto cabello moviéndose con el frio viento..

Unos cálidos brazos rodearon los míos por detrás, y unos cabellos me hicieron cosquillas en las sienes, sonreí-. Estaba dentro.

-Al fin llegaste.- Me dijo Aaron al oído.